Un estudio reciente arrojó luz sobre la estrategia de ventas de marcas como Gucci y Prada: venden a personas pobres o de escasos recursos que quieren lucir ricos.
Esta estrategia les permite a estas empresas acumular grandes fortunas mientras satisfacen la demanda de un mercado más amplio.
Según detalló la investigación de mercadeo, citada por el medio elnavio.es, si estas marcas se enfocaran exclusivamente en los ricos, su modelo de negocio no sería sostenible, ya que la población adinerada es relativamente pequeña.
Sesgo precio-valor: ¿Qué significa?
Las marcas de lujo emplean una estrategia conocida como «sesgo precio-valor». Esto implica que cuando el precio de un producto es alto, su valor percibido también es más alto. En otras palabras, mientras más caro, mejor se percibe.
No es que las personas ricas nunca compren artículos de lujo, pero en su mayoría lo hacen con su dinero extra, no con sus ingresos principales. Además, tienden a optar por productos más exclusivos.
Los productos de lujo como símbolo de estatus
Por otro lado, las personas de bajos recursos y clase media compran productos caros como prendas de Gucci o Prada, para demostrar un estatus social más alto. Esto les brinda una sensación de pertenencia a un grupo selecto y eleva su autoestima, reseñan especialistas en marketing.
El sesgo precio-valor también contribuye a la percepción de que los productos de lujo son de mejor calidad que los productos convencionales. Esto, sumado al sentimiento de exclusividad que brindan, aumenta la atracción hacia estas marcas.
Especialistas en marca y ventas, advierten que Gucci y Prada no solo venden ropa y accesorios, sino también un sueño de status que atrae a una audiencia más amplia de lo que se podría pensar.
