La Fundación Nobel, responsable de entregar los prestigiosos galardones homónimos -a excepción del premio Nobel de la Paz-, modificó este año su política de invitaciones para readmitir a todos los embajadores presentes en Suecia, incluidos los de Rusia, Bielorrusia e Irán, que el año pasado fueron excluidos por la guerra en Ucrania.
En 2022, los diplomáticos rusos y bielorrusos no fueron admitidos en la ceremonia debido a la guerra en Ucrania lanzada por el presidente Vladímir Putin y respaldada por su homólogo Alexánder Lukashenko. También fue excluido el embajador de Irán por la represión desatada por el régimen contra las protestas de mujeres y jóvenes por la muerte violenta de Mahsa Amini por no llevar velo.
«Está claro que el mundo cada vez está más dividido en esferas, en las que el diálogo con quienes piensan de manera diferente se ha reducido», alegó el director ejecutivo de la fundación, Vidar Helgesen, en una nota en la que explicó que, para contrarrestar la tendencia, han decidido modificar sus políticas y ampliar el abanico de invitados.
“La Fundación también invitó por primera vez a la ceremonia, que se celebra todos los años el 10 de diciembre, al líder del partido ultraderechista sueco Demócratas de Suecia, al que había desdeñado otros años al considerar que no entroncaban con los valores de concordia promovidos por el premio”, reseñó AP.
Sin embargo, los argumentos para justificar el gesto en un mundo «cada vez más polarizado» no convencieron a los principales partidos de Suecia. El primer ministro, Ulf Kristersson, reconoció su «sorpresa» y explicó que, aunque la Fundación Nobel es libre para tomar sus propias decisiones, él no habría sido tan generoso en cuanto a invitaciones.
