El presidente de Bielorusia, Alexander Lukashenko, anunció que se presentará como candidato en las elecciones presidenciales de su país el próximo año. El mandatario dirige los destinos de esa nación desde 1994.
«Díganle a la oposición en el exilio que competiré”, dijo Lukashenko a un grupo de periodistas en un punto de votación tras sufragar en las elecciones parlamentarias y locales de Bielorrusia, el pasado fin de semana.
«Nadie, ningún presidente responsable, abandonaría a la gente que lo ha acompañado en la batalla”, agregó el dirigente. «Mientras más difícil sea la situación, mientras más perturben a nuestra sociedad, mientras más presión pongan sobre ti, sobre mí y la sociedad, más pronto competiré en esas elecciones”, añadió.
Hay que recordar que su anterior reelección, en 2020, desató masivas protestas en su contra, con amplios sectores de la sociedad considerando a la líder opositora Svetlana Tichanovskaya como la verdadera ganadora.
Tras el anuncio, lo medios occidentales hicieron hincapié en que Lukashenko, de 69 años, es uno de los aliados más cercanos al presidente de Rusia, Vladimir Putin (de hecho, muchos insisten en su dependencia de Moscú).
No es un dato menor que la Unión Europea no reconoce a Lukashenko como el jefe de Estado de Bielorrusia.