El presidente de Brasil, Luiz Inacio Lula da Silva, viajará este martes a China para profundizar las relaciones bilaterales con el gigante asiático.
El presidente brasileño tuvo que suspender su gira que estaba prevista para el mes de marzo, por una bronconeumonía que lo obligó a cancelar sus viajes internacionales.
«Lo que queremos es construir una sociedad con los chinos, asociarnos con los chinos, para que puedan invertir en cosas que aún no existen, nuevas carreteras, ferrocarril, hidroeléctrica, cualquier cosa que signifique algo nuevo para Brasil» añadió el presidente Lula.
Según el ministerio de relaciones exteriores de Brasil, el presidente Lula se reunirá el próximo viernes con su par chino, Xi Jinping.
En la agenda del primer mandatario brasileño está contemplada este jueves la visita de la ciudad de Shanghai para asistir a la toma de posesión de la expresidenta Dilma Rouseff, como presidenta del banco de los Brics.
Las siglas Brics hacen referencia al conjunto de países formado por Brasil, Rusia, India, China y Sudáfrica, que constituye el grupo de los países más adelantados entre los Estados con economías emergentes.
Además, Lula sostendrá varios encuentros oficiales y firmará cerca de 20 acuerdos comerciales y de cooperación.
Antes del viaje, el presidente del gigante sudamericano anunció que el viaje a China servirá para consolidar las relaciones con China y que le extenderá la invitación al presidente Xi Jinping para que visite Brasil.
El antecesor de Lula, Jair Bolsonaro, había acusado en la campaña electoral que lo llevó a la presidencia, que China quería comprar Brasil, sin embargo, posteriormente se retractó y declaró que «China es cada vez más parte del futuro de Brasil».
Según datos oficiales, en 2022 China importó más de 89.700 millones de dólares en productos brasileños, especialmente soja y minerales, y exportó casi 60.700 millones de dólares hacia ese mercado.