El presidente de Rusia, Vladimir Putin, y el presidente de Turquía, Recep Tayyip Erdogan, participaron virtualmente en una ceremonia que marcó la carga de combustible del primer reactor de energía nuclear de Turquía.
La planta de Akkuyu en la provincia de Mersin, en el sur del país, fue construida por la empresa estatal de energía nuclear de Rusia, Rosatom.
El proyecto de 20.000 millones de dólares y 4.800 megavatios para construir cuatro reactores en la ciudad mediterránea de Akkuyu permitirá a Turquía unirse al pequeño club de naciones con energía nuclear civil.
“Planeamos completar el lanzamiento físico de la planta el próximo año para poder producir electricidad de manera constante a partir de 2025, como acordamos”, dijo Andrei Likhachev, director de Rosatom.
La construcción de la planta de Akkuyu se vió complicada por las sanciones que Occidente impuso a Rusia por su invasión de Ucrania.
Erdogan agradeció a Putin la ayuda, dijo la oficina del líder turco. También discutieron la iniciativa de granos del Mar Negro y la situación en Ucrania, según su portavoz.
Por su parte, el presidente Putin dijo que acordaron profundizar la cooperación económica, comercial y agrícola, según un cable de su despacho.
Además, los mandatarios informaron que trabajan en una iniciativa de Erdogan para enviar harina hecha con granos rusos a los países que la necesitaban.