Siete equipos europeos que pretendían portar un brazalete multicolor con la frase inclusiva "One Love" desistieron ante las amenazas de la FIFA de aplicar sanciones deportivas a los capitanes si portan este distintivo sobre el campo.
“Como federaciones nacionales, no podemos pedir a nuestros jugadores que se arriesguen a sanciones deportivas, incluidas tarjetas amarillas", escribieron las federaciones de Inglaterra, Gales, Bélgica, Dinamarca, Alemania, Países Bajos y Suiza.
Según las publicaciones deportivas, las selecciones estaban “comprometidos con ese brazalete y listas para recibir multas” pero la amonestación con tarjeta les hizo dar vuelta atrás.
El entrenador danés, Kasper Hjulmand, aseguró que “no puede pedir a los jugadores que asuman eso".
Sin embargo, FIFA reaccionó y ahora ofrecerá sus propios brazaletes de capitán. También tendrán mensajes: "Salva el planeta", "Educación para todos" o "No a la discriminación".
Cabe destacar que desde su designación para organizar el evento en 2010, Qatar ha sido blanco de críticas sobre todo en materia de derechos humanos -en particular las personas de la comunidad LGBTQ+- y los trabajadores migrantes.
ONG y personalidades de todo el mundo lo han catalogado como “El Mundial de la Vergüenza”.
Denuncian que algunos inmigrantes son explotados laboralmente con trabajo forzado, no pueden cambiar de empleo, ni salir del país y deben esperar meses para cobrar sus salarios.
“Mientras, FIFA —organismo internacional de gobierno del fútbol—, sus patrocinadores y las empresas de construcción implicadas se preparan para obtener ingentes beneficios económicos de la celebración del torneo”, reclaman.