Detrás de la creación de ChatGPT, está Sam Altman, CEO y cofundador de la empresa de Inteligencia Artificial OpenAI, quien debutará este martes ante el Congreso de Estados Unidos (EEUU) para una audiencia sobre los riesgos de esta tecnología, mientras que, en la Unión Europea, avanzan las conversaciones para establecer marcos legales para el uso de esta tecnología.
Es un empresario, inversionista, programador y bloguero estadounidense que estudió en la Universidad Stanford (2005), John Burroughs School, pero no culminó los estudios para lanzar Loopt, una aplicación que ayudaba a los usuarios a compartir sus ubicaciones con amigos y obtener cupones para negocios cercanos.
Con apenas 38 años invirtió en Helion, una empresa de investigación sobre la fusión que la semana pasada firmó un acuerdo con Microsoft para vender energía limpia al gigante tecnológico en 2028.
En una entrevista en el The New York Times explicó que la empresa es su forma de intentar dirigir el camino de la tecnología de IA.»Duermo mejor sabiendo que ahora puedo tener cierta influencia», dijo en esa oportunidad.
Su creación se ha convertido en un nombre familiar, casi sinónimo de la inteligencia artificial misma. Los CEO lo utilizan para redactar correos electrónicos, los agentes inmobiliarios la utilizan para redactar publicaciones y documentos legales.
A Altman lo describen como un pensador brillante, alguien que hace apuestas premonitorias e incluso se le ha llamado «un Yoda de las startups».
En entrevistas realizadas este año, Altman se ha presentado como alguien consciente de los riesgos que plantea la IA e incluso «un poco asustado» por la tecnología, refiere CNN.
En 2005, Loopt formó parte de la primera hornada de empresas de Y Combinator, una prestigiosa aceleradora tecnológica. Paul Graham, cofundador del conglomerado, describió más tarde a Altman como «un tipo muy inusual».
