La reconocida alpinista española, Beatriz Flamini batió el récord mundial de permanencia en una cueva al durar 500 días sin contacto con el mundo exterior, así lo informó Europa Press.
El desafío culmina el próximo viernes cuando su equipo acuda a buscarla en la cueva ubicada en la costa tropical de Granada, en la que estuvo a una profundidad de 70 metros sin contacto con la luz solar.
«Aunque suponemos que por sus conocimientos habrá intentado calcular de algún modo el tiempo, ella realmente no sabe en qué día vive ni qué ha pasado fuera» señaló Elena Mera, portavoz del proyecto Timecave.
Es decir, que Flamini desconoce que inició un conflicto entre Rusia y Ucrania, que Boris Johnson dimitió al cargo de primer ministro, y que Ben Affleck volvió con Jennifer López.
La española inició la aventura el 20 de noviembre de 2021, a la que se postuló de forma voluntaria, para formar parte de diferentes estudios sobre el impacto mental y físico en condiciones extremas.
Todo este proceso será llevado a un documental con los registros que Flamini ha venido haciendo desde el primer día de su inmersión en la cueva.
En los registros se podrán evidenciar sus hábitos alimenticios, rutinas de ejercicios, las problemáticas y dificultades de una vida en completa soledad y sin acceso a la luz natural.
Además, se podrán conocer los cambios en el cuerpo, cambios de humor, incidentes imprevistos, entre otros datos que forman parte del riguroso estudio científico.
La Universidad de Granada auspicia el estudio, liderado por Julio Santiago, con el apoyo de varios grupos de investigación de la Universidad de Almería.
De hecho, un equipo de espeleólogos preparó la cueva para proveerla de los servicios básicos: luz y agua, aparte de un sistema para ascender y descender de forma segura.
Aunado a esto, se creó un plan de emergencias ante un posible incidente durante el confinamiento de Flamini, que ha sido monitoreada por un sistema de cámaras desde el primer día.
Hasta ahora se conoce que la española ha consumido 1.000 litros de agua y ha leído 60 libros.
El único precedente, en aislamiento absoluto, fue el de Miguel Mataix, un español que permaneció aislado 21 días en Sima Simarro (Alicante) en 1965.
Al salir de la cueva, la deportista será sometida a un chequeo médico y a la supervisión de su psicóloga deportiva antes de atender a los medios de comunicación.