El sucesor de la Reina Isabel II, su hijo el Príncipe Carlos, se encuentra en medio de un escándalo financiero que podría directamente afectar su ascenso al trono; supuestamente dos hermanastros del líder de Al Qaeda, Osama Bin Laden, entregaron un millón de libras esterlinas (aproximadamente USD 1.210.455) a la fundación del príncipe de Gales en 2013, dos años después de que el cabecilla de la organización terrorista fuera eliminado.
Esta polémica salió a la luz a través de una publicación del diario británico The Sunday Times, que asegura que los asesores del príncipe se opusieron -en un principio- a la donación, sin embargo, decidieron aceptarla, y además fue aprobada por el Ministerio de Exteriores británico.
El escándalo llega a tan solo un mes de conocerse que el heredero al trono aceptó tres donaciones del ex primer ministro de Qatar, Sheikh Hamad bin Jassim bin Jaber al-Thani, por un total de tres millones de euros, los cuales había sido entregados en bolsas de la tienda de lujo Fortnum & Mason.
En las celebraciones de este año del Jubileo de Platino de la Reina Isabel II, todo parecía estar listo para la sucesión del trono del Príncipe de Gales ya que su majestad dio su bendición para que llamaran Reina a la esposa de Carlos, Camila de Cornualles una vez sea coronado como rey.
Toda la monarquía británica se encuentra rodeada de escándalos, empezando por el hijo favorito de la Reina, el príncipe Edward, quien estuvo envuelto en acusaciones de acoso sexual y pedofilia por su relación con el empresario Jeffrey Epstein en 2019, por lo que tuvo que renunciar a sus privilegios reales.