Aunque los resultados tardarán hasta semanas en certificarse, todo indica que los republicanos recuperaron la Cámara de Representantes y perdieron el Senado, lo que en términos generales es una muy mala noticia para las aspiraciones presidenciales de Donald Trump, quien utilizó esta refriega para impulsar su liderazgo dentro del partido.
También varios negacionistas de las elecciones de 2020 de alto perfil que se presentaban como candidatos a gobernador en todo el país salieron perdiendo en Michigan, Wisconsin, Pennsylvania, Maryland, Illinois y Arizona.
A juicio del politólogo Ricardo Sucre, el ganador fue la contención política. “Los votos hablan de un país polarizado, pero no se dio la victoria republicana amplia. El elector en muchos estados votó de forma cruzada”, dijo.
“A pesar de lo poderoso que es Trump en el Partido Republicano, aprendimos que no puede ungir a nadie como ganador. Todavía se necesitan candidatos que tengan los fundamentos”, dijo Bryan Lanza, asesor de Trump desde hace mucho tiempo.
Los ciudadanos estadounidenses fueron llamados a las urnas para votar por los 435 escaños de la Cámara de Representantes y 34 de los 100 correspondientes al Senado.
Además, votaron por gobernadores de 36 estados del país.
Ron DeSantis tuvo uno de los desempeños más brillantes para el partido republicano y ganó un segundo mandato en Florida.
La demócrata Hochul ganó la carrera por el cargo de gobernadora de Nueva York.
Josh Shapiro podría ser la próxima estrella del Partido Demócrata pues ganó cómodamente como gobernador de Pensilvania. La victoria es también para la seguridad electoral.
El presidente Joe Biden dio una conferencia de prensa y sostuvo que los resultados de las votaciones de esta semana son una señal de que la democracia está intacta, a pesar de haber estado bajo amenaza en los últimos años.
“La democracia es lo que somos”, añadió.
Por su parte, la agencia de seguridad cibernética del Departamento de Seguridad Nacional aseguró que no hay evidencia de que ningún sistema de votación utilizado en las 8.800 jurisdicciones de EE.UU. se haya visto comprometido.
La declaración se produce cuando personas que objetan los resultados de las elecciones, incluido el expresidente Donald Trump, continúan afirmando falsamente que las fallas técnicas en lugares como el condado de Maricopa, Arizona, son signos de fraude electoral.
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