Muchos de los líderes que han asistido a la Reunión de Estocolmo +50, cumbre internacional medioambiental que comenzó el 2 de junio y que conmemora la Conferencia de las Naciones Unidas sobre el Medio Ambiente Humano de 1972, coinciden en que la salud del ambiente global está en coma.
La preocupación por la crisis climática siempre ha quedado clara en cumbres, y encuentros internacionales, pero son pocas las cosas que, en concreto, se han ejecutado para frenar los daños al planeta. En Estocolmo, la emergencia respecto al problema se ha hecho evidente.
“El bienestar mundial está en peligro y esto se debe en gran parte a que no hemos cumplido nuestras promesas sobre el medio ambiente”, sentenció el secretario general de la ONU, António Guterres.
El alto funcionario habló de una triple crisis planetaria provocada por la emergencia climática y señaló que “todas las naciones deben hacer más para proteger el derecho humano básico a un medio ambiente limpio y saludable para todos”.
Por su parte, el presidente de Kenia, Uhuru Kenyatta, señaló que todos los gobiernos tienen una oportunidad excepcional para convertir los compromisos climáticos y medioambientales en acciones, “si trabajamos juntos como comunidad de naciones. Una mayor ambición en la financiación y la aplicación debe ser el núcleo de estas acciones".
La vicepresidenta de Venezuela, Delcy Rodríguez, quien participó de manera virtual, advirtió que esta es la peor crisis ambiental que ha afectado a la especie humana. “La principal causa es el hombre y el artificial modelo de producción capitalista, que ha llevado fuera de lo normal los efectos sobre la Madre Tierra”. Agregó que “es nuestra impostergable responsabilidad frente a la Triple Crisis Planetaria que amenaza la existencia de la especie humana”.
Al encuentro, que culmina este viernes, también asistieron la primera ministra sueca Magdalena Andersson, el presidente Azali Assoumani de las Comoras, el presidente Mohamed al-Menfi de Libia, el primer ministro Abubakar Tafawa Balewa de Nigeria; y John Kerry, enviado presidencial especial de los Estados Unidos para el Clima.
Otras voces
"Estocolmo+50 es una oportunidad para que el mundo se comprometa, de una vez por todas, a llevar a cabo estas transformaciones. Esta conferencia es una oportunidad para amplificar un movimiento global por un mundo más solidario", dijo Inger Andersen, secretaria general de Estocolmo+50 y directora ejecutiva del PNUMA.
Por su parte, la ministra de Ciencia, Tecnología y Medio Ambiente de Cuba, Elba Rosa Pérez, abogó en el foro Estocolmo+50 por una nueva gobernanza ambiental que permita enfrentar el desafío de proteger a los seres humanos y al planeta.
Al intervenir en el evento a propósito de la Conferencia que en 1972 llamó la atención sobre temas medioambientales, como la degradación y la contaminación, la representante de la isla advirtió que cinco décadas después queda mucho por hacer, pese a los progresos en la creación de un marco multilateral para abordarlos, informó Prensa Latina.
“Sin embargo, los problemas no están resueltos. 50 años después nos enfrentamos a las consecuencias de una triple crisis ambiental. Las presiones de la acción humana sobre la naturaleza continúan presentes, agravadas por la pandemia de la Covid-19 y la recesión económica”, subrayó en la reunión prevista hasta el 3 de junio.