Desde 2013, el ejército nigeriano ha practicado abortos a unas 10.000 mujeres y niñas que han quedado embarazadas por combatientes de la organización yihadista Boko Haram, según reveló la agencia de noticias Reuters.
Decenas de testigos -incluidas 33 víctimas- varios trabajadores de la salud, soldados y guardias de seguridad confirmaron la información y explicaron que las mujeres que no cooperaron con el aborto fueron golpeadas o drogadas. A otras, se les administró una inyección o una píldora sin que se les dijera que induciría un aborto espontáneo.
“Algunas mujeres ni siquiera sabían que estaban embarazadas. Se les tomó una prueba de embarazo. Si era positivo, el embarazo se interrumpía inmediatamente”, explica la agencia de noticias Reuters.
Los soldados y trabajadores humanitarios con los que habló Reuters dijeron que los abortos eran por el ‘bien propio’ de las mujeres y que el hecho de que esto se haya realizado en secreto hace que sea imposible saber el número real de víctimas.
Por su parte, las autoridades nigerianas niegan los resultados de la investigación y argumentan que es imposible ocultar una operación a gran escala como la descrita.
El aborto es ilegal en África Occidental a menos que sea necesario para salvar la vida de la madre.
Hay que recordar que el grupo terrorista Boko Haram está principalmente activo en el noreste de Nigeria, donde regularmente comete ataques mortales. El grupo es conocido, entre otras cosas, por el secuestro de casi trescientas niñas de una escuela en la ciudad de Chibok.
