El recién electo Presidente de Costa Rica, Rodrigo Chaves Robles, recibió oficialmente el cargo para un período de 4 años, en los que tendrá que enfrentar 23% de pobreza y 13,6% de desempleo entre la población de esa nación centroamericana, según datos del Instituto Nacional de Estadística y Censos.
El economista Chaves Robles, llega a la presidencia con antecedentes por denuncias de acoso sexual cuando fue funcionario del Banco Mundial; exministro de Finanzas del gobierno de Carlos Alvarado que se retira. En su primer discurso, prometió trabajar para “reparar el país”, reducir la pobreza, la corrupción y la violencia contra las mujeres.
El nuevo jefe de Estado costarricense declaró, como primer decreto, una emergencia nacional de ciberseguridad debido a los ataques que recibieron diversas instituciones de Gobierno en abril pasado; también eliminó la obligatoriedad de la mascarilla y la vacunación por la pandemia, pero pidió a la población vacunarse.
Los anuncios los hizo ante representantes de casi un centenar de países invitados, entre quienes estuvo el rey de España, Felipe VI; La sede de la Asamblea Legislativa fue el escenario para la juramentación e investidura presidencial, acto que Chaves consideró como el principio de un cambio “histórico”.
Como ex trabajador del Banco Mundial, tendrá entre sus manos la renegociación de un crédito por mil 700 millones de dólares entregado por el Fondo Monetario Internacional a ese país de 5 millones de habitantes, frente a quienes dijo: “no sólo vamos a ordenar la casa, la vamos a reconstruir”.
La deuda pública de Costa Rica equivale a 70% del Producto Interno Bruto (PIB), pero se niega a producir hidrocarburos por razones ambientalistas; sin fuerzas armadas, su fuerza económica radica en el turismo, pero justamente el Covid 19 se convirtió en un gran obstáculo para su desarrollo.