La sobreestimulación constante en las redes sociales (RRSS) pueden afectar nuestra salud mental y despertar síntomas de ansiedad.
Cuando se habla de sobreestimulación se hace referencia a las notificaciones llegan casi sin interrupción, independientemente de si nosotros estamos disponibles o no, e intervienen en el tiempo de cada persona.
Un estudio publicado en 2020 por el Consejo Nacional para la Enseñanza e Investigación en Psicología (CNEIP), investigó la relación entre la adicción a las redes sociales, la autoestima y la ansiedad en estudiantes universitarios
Este estudio tuvo como conclusión que el uso desmedido de plataformas virtuales tiene efectos negativos en la salud emocional. En concreto estos daños se manifiestan a través de una sensación de preocupación social, inquietud e hipersensibilidad, acompañada, a veces, por sintomatología vinculada a la ansiedad como el aumento del ritmo cardíaco y la sudoración.
Como ya sabemos en las redes sociales es imposible descansar pues su ritmo operativo es de 24 horas al día, de esta manera es que se busca la inmediatez.
A través de estos medios nos llega mucha más información de la que elegimos recibir lo que hace que el acceso ilimitado a la información así como la sobreestimulación constante afecte la salud mental.
Ni bueno ni malo
Estar atento a las redes sociales no es algo negativo, el problema es su uso inadecuado.
De esta manera queda claro que no hay que cambiar la tecnología, sino la forma en que la incorporamos a nuestras vidas.
La investigación publicada por CNEIP también expone que el uso excesivo de Internet se ha convertido, en muchos casos, en un intento de huida ante situaciones desagradables.
Es decir que es un escape de las personas para olvidar la realidad y termina resultando contraproducente ya que provoca un deterioro en la vida social y una inminente sensación de aislamiento.
Como si fuera poco los conflictos de relaciones de pareja se han incrementado con el uso de las redes sociales.
Por otro lado, los hábitos de la vida diaria se han ido transformando de forma considerable en las últimas décadas. En los jóvenes y adolescentes, los trastornos del sueño son cada vez más frecuentes y los hábitos de la conducta alimentaria se modifican de acuerdo a tendencias visibles en las redes.
¿Cómo prevenirlo?
Hay varias maneras de prevenir que el uso de las redes sociales te lleve a una inestabilidad emocional:
Minimalismo digital: Elegir una vida enfocada en un mundo ruidoso, adoptando una postura más consciente y deliberada en el uso de la tecnología. Recomienda enfocarse en lo que realmente aporta valor para cada uno, decidiendo conscientemente lo que uno quiere consumir.
Limitar el uso: Moderar el uso de redes sociales (tanto en términos de tiempo como de frecuencia) y respetar espacios libres de pantallas para conectar con lo que está pasando aquí y ahora.
Trabajar en la autoaceptación: Hacer un trabajo de introspección para permitirnos ser quienes somos, teniendo en cuenta que la tecnología nos permite mostrar lo que queremos mostrar y editar eso que no nos gusta.
Contar con un espacio de psicoterapia puede ser de enorme utilidad para trabajar este aspecto y conseguir una vida más satisfactoria. De esta manera, ya no sentiremos la necesidad de retocar nuestras foto, y el contenido de los demás dejará de generarnos frustración.