Después del fracaso de los asaltos de blindados, el ejército ruso envió ahora a sus hombres «en oleadas» para intentar rodear Avdiivka, con pérdidas masivas, como en Bajmut, contaron soldados ucranianos a la agencia AFP.
«Todos los campos están llenos de cadáveres. Los rusos intentan agotar nuestras líneas con constantes oleadas de ataques de combatientes a pie», detalló Oleksandre, adjunto de un batallón ucraniano de la 47ª brigada mecanizada.
La ciudad estaba poblada por unos 30.000 habitantes antes de la guerra. Hoy, Avdiivka se ve ampliamente destruida y apenas 1.500 personas siguen viviendo allí a pesar de los combates incesantes y los bombardeos.
La ciudad marca la línea del frente en esta zona y simboliza la resistencia ucraniana. A principios de octubre, las fuerzas de Moscú lanzaron una ofensiva a gran escala para rodearla y conquistarla.
«Columnas de tanques y vehículos blindados de transporte de tropas avanzaron pero saltaron en campos de minas, fueron golpeados por drones o misiles antitanque ucranianos», indicó un militar.
Breves de la guerra:
- El corresponsal de guerra del canal Rossía 24, Boris Maksúdov, murió tras resultar herido en un ataque del ejército ucraniano en Zaporiyia. Maksúdov, de 38 años, trabajó como corresponsal en Ucrania «desde los primeros días» de la campaña militar rusa en febrero de 2022.
- El encargado de la oficina anti propaganda del Departamento de Estado, James Rubin, confesó que la Administración del presidente Joe Biden está «preocupada» por las dificultades de Ucrania para lograr el apoyo de los gobiernos de América Latina y quiere que Moscú deje de «engañarlos».
- Ucrania espera soportar el invierno y los bombardeos rusos con ayuda de los paquetes de asistencia militar occidental recibidos esta misma semana y destinados a fortalecer su escudo antiaéreo, en medio del masivo uso de drones por parte del Ejército ruso. Así lo informó el presidente, Volodímir Zelenski, en su diario mensaje televisado.
- Un tribunal militar ruso condenó al ciudadano ucraniano Dmitri Gólubev a 18 años de prisión por terrorismo. La condena fue dictada por el tribunal del distrito militar Sur. Gólubev reconoció durante el juicio que detonó un artefacto explosivo y que planeaba otros dos ataques.