Las autoridades rusas anunciaron el cierre de la investigación criminal sobre la rebelión armada liderada por el jefe de mercenarios Yevgeny Prigozhin, sin presentar cargos contra él ni contra ninguno de los participantes.
El Servicio Federal de Seguridad de Rusia, o FSB, indicó que su pesquisa determinó que los implicados en el motín “cesaron sus actividades dirigidas a cometer el delito”, por lo que el caso no seguirá adelante.
El anuncio fue el último giro en los sorprendentes acontecimientos de los últimos días que representaron la mayor amenaza hasta la fecha al poder del presidente, Vladímir Putin, en plena guerra en Ucrania, que dura ya 16 meses.
AP