Una sobreoferta de empleo amenaza la estabilidad de la economía de Estados Unidos (EEUU), una de las potencias más grandes del mundo. ¿Serán los inmigrantes la solución del problema?.
El país tiene 9,6 millones de puestos de trabajo disponibles ya que las necesidades de las empresas supera el número de estadounidenses que buscan trabajo, lo que genera un desequilibrio que la Reserva Federal considera que estimula la demanda y dispara la inflación.
El problema del desempleo en EEUU se generó luego de la pandemia del covid-19, cuando miles de trabajadores buscaban mejores oportunidades, sin embargo, esto se sumó a las políticas migratorias de Trump que limitaron el acceso de inmigrantes.
Aunado a esto, EEUU sufre una crisis por la falta de mano de obra especializada, de hecho, la empresa de chips TSMC retrasó su apertura en Arizona por la falta de trabajadores.
El gigante norteamericano está en una cruzada por lograr la independencia de China, al menos en la fabricación de chips. Recientemente el presidente de los EEUU, Joe Biden, aprobó un proyecto de US$52 mil millones para producir los semiconductores.
Actualmente, el país fabrica el 10% de los chips que llegan a los mercados en todo el mundo, aunque la administración Biden anunció la expansión de nueves empresas, pero la falta de mano de obra pudiera representar un problema.
La directora ejecutiva de SEMI Foundation, Shari Liss, declaró a DW que para materializar la creación de las fábricas de semiconductores deben conseguir entre 40.000 y 50.000 personas para ocupar los nuevos puestos de trabajo.
Lo cierto es que EEUU no solo tiene problemas para encontrar trabajadores calificados en la industria de los semiconductores, sino para cualquier sector de la economía.
Según la Agencia de Estadística Laboral aproximadamente 10 millones de puestos de trabajo estaban vacantes en junio. La solución inmediata sería permitir traer trabajadores extranjeros, aunque no es la mejor opción por las dificultades que tienen para ingresar a los EEUU.
Muchas de los problemas se deben a los límites en las visas de trabajos para trabajadores calificados (H1B) y para trabajadores no calificados (H2B).
“Las visas H1B están limitadas hoy en día a 65 mil trabajadores”, añadió. “Este número se definió hace décadas en el Congreso y no está alineado con la demanda laboral”, dijo Dany Dahar, economista de la Brown University.
En el sur de los EEUU, en la zona fronteriza con México, la reducción del flujo migratorio representó una pérdida económica para los sectores como la agricultura y la construcción, en el que los indocumentados representan un aporte importante.
De hecho, 85% de los indocumentados trabajadores jóvenes tienen un empleo, según Giovanni Peri, profesor de la Universidad de California.
«Esto muestra la increíble demanda de algunos trabajos para estas personas y muestra la falta de personal. Los estadounidenses no ocuparán esos puestos de trabajo», afirmó Peri.
Pese al debate sobre el tema migratorio entre demócratas y republicanos, lo cierto es que EEUU tendrá una demanda laboral de 8 millones de trabajadores en los próximos 10 años, y sería «ingenuo» pensar que esa demanda no la cubrirán los inmigrantes, agregó Dahar.