El presidente Joe Biden advirtió que la situación en la frontera entre Estados Unidos y México será “caótica por un tiempo” ante la expiración este jueves del Título 42, un instrumento jurídico que permite expulsar a los inmigrantes ilegales que entran por la frontera con México.
Esta disposición sanitaria fue establecida en la Administración del expresidente Donald Trump para “contener la pandemia” del Covid-19 y que permite a las autoridades fronterizas expulsar de manera expedita a todos los migrantes que llegan sin visa o documentación para entrar a EEUU.
Con la finalización del Título 42, los agentes fronterizos implementarán el llamado “Título 8”, con el cual millones de inmigrantes esperan solicitar asilo en la frontera y permanecer en Estados Unidos hasta que su caso sea resuelto.
Esto ha ocasionado una crisis en la frontera sur de México, específicamente en Tapachula, en la que cientos de inmigrantes procedentes de países tan lejanos como Kirguistán, Burkina Faso, Djibouti, Estonia, Eritrea, Sri Lanka, entre otros, esperan ser atendidos frente a la oficina de migración mexicana.
Su objetivo es poder conseguir un permiso temporal para poder avanzar legalmente de México hacia la frontera con Estados Unidos. Sin embargo, los países que encabezan la lista de solicitantes son Venezuela, Ecuador, Haití, Honduras y Angola.
Según estimaciones de las autoridades mexicanas, más de 40.000 inmigrantes esperan ser atendidos en el puesto de inmigración de Tapachula, el más grande de su estilo en la región, que ha colapsado tanto en operaciones como en personal humano que no dan abasto ante la avalancha de solicitudes.
En conversaciones con la DW, Franklin Calleja, un venezolano que viaja con su esposa y su hija de cuatro años. Relató que la travesía ha sido difícil para llegar a Tapachula donde la temperatura puede rondar los 35°C con alguna sombra, pero asegura, que su mayor temor es no llegar a la frontera norte de México el 11 de mayo, cuando finaliza la medida, por lo que es probable que deba enfrentarse a una deportación inmediata.
«Este es uno de los países más difíciles de circular (México), sin embargo, nos están apoyando ahorita. Hemos vendido nuestras cosas y la casa para reunir un dinero y llegar aquí. Que nos deporten es como perder lo que hemos generado en muchos años”, mencionó.
Una nota de prensa publicada por la Casa Blanca informó que este martes, el mandatario estadounidense y su homólogo mexicano Manuel López Obrador, conversaron sobre establecer y consolidar los planes de cooperación entre ambas naciones a fin de “gestionar” el tema de la inmigración tras la expiración del Título 42.
La conversación telefónica que tuvieron ambos jefes de Estado subrayan la necesidad de reducir los números de inmigrantes tanto en la frontera sur como la norte de México, en la que cientos de migrantes duermen en las calles o en campamentos improvisados.
Ante este escenario, ambos presidentes implementarán “la migración de manera humana y ordenada” con la existencia de vías legales que les permitan migrar al país norteamericano.
Pero mientras se definen estas estrategias, cientos de migrantes de diferentes países seguirán utilizando México como puente de entrada a los Estados Unidos.