Así lo dice un artículo de la BBC publicado recientemente, citando a la familia Slaton quienes tienen una tienda en Show Low, Arizona, de artículos referentes a Trump. Ellos consideran que la victoria de Trump fue robada y que es falso que a EE.UU. no le gusta el expresidente sino opinan más bien que EE.UU. “lo ama".
Aseguran que la guerra civil que predicen comenzará a pequeña escala y crecerá, tal y como se ha venido impulsando desde los disturbios en el Capitolio del 06 de enero de 2021 y ocurrió antes cuando ganó Lincoln que se encendió el Sur".
“Las cuestiones políticas como el derecho a portar armas o los impuestos tienen hechos que ambas partes pueden debatir pero el robo de las elecciones no. No hay hechos en ese lado del argumento”, sentencia la nota de la BBC.
Deirdre Holden, supervisora de Elecciones y Registro de Votantes del condado de Paulding, en Georgia, recibió amenazas después de las elecciones de 2020 porque supuestamente la votación estaba arreglada.
"Se producirán detonaciones en todos los sitios de votación de este condado. Nadie se salvará. Has sido advertida. Acabaremos con todos ustedes", decía la carta de intimidación.
"Nunca tuve miedo. Tenía rabia de que alguien trate de amenazar a las personas que solo quieren votar", dijo Deirdre.
El Centro Brennan para la Justicia Pública informó que 1 de cada 3 funcionarios electorales dijo que no se sentía seguro haciendo su trabajo y casi 80% asegura que el aumento de la desinformación ha dificultado su trabajo. No sorprende que un gran número de ellos haya renunciado después de 2020.
La mayoría de observadores políticos coinciden en que hubo una confluencia de eventos que permitieron que se esparciera la conspiración de que las elecciones habían sido robadas, debilitando así todo el sistema.
https://lamoscanews.com/trump-alert%C3%B3-sobre-indicios-de-fraude-en-elecciones/
No es un dato menor que el sistema electoral estadounidense es el único en Occidente donde los altos cargos no son funcionarios públicos. A nivel estatal, es el cargo de secretario de Estado el que dirige la elección. Y esa persona es elegida, ya sea demócrata o republicano.
En la elección de noviembre se estarán presentando unos 200 candidatos republicanos que dicen creer que las elecciones de 2020 fueron robadas.
En al menos siete estados, hay candidatos que niegan el resultado de esos comicios y que podrían acceder a cargos con impacto directo en los sistemas de votación. Uno de esos puestos críticos es el de secretario de Estado de un estado.
Por ejemplo, Finchem, candidato en Arizona, dice que las últimas elecciones fueron amañadas y podría terminar dirigiendo las elecciones.
Si Finchem, y otros candidatos como él en todo el país, cambian el sistema de votación de manera que sea casi imposible que su lado pierda, entonces, en 2024, los demócratas, con algo de razón, tampoco van a confiar en los resultados.
“Van a decir que les robaron la victoria. No van a pasar muchos ciclos electorales antes de que nadie confíe en los resultados de las elecciones en EE.UU”, concluye el artículo.
