Según un estudio presentado por la Organización Mundial de la Salud (OMS), actualmente Somalia sufre un período de sequía nunca antes visto; la condición climatológica inició en el 2022 y persiste dejando a su paso miles de cosechas arruinadas y hasta 43.000 muertes.
El informe detalló que la mitad de las muertes corresponden a niños de menos de cinco años y a personas de la tercera edad. Asimismo, advirtió que entre 18.100 y 34.200 personas podrían morir en la primera mitad de este año debido a la sequía insostenible.
Esta es la peor sequía luego de 40 años, que genera consecuencias graves como la pérdida de cosechas en más de cinco temporadas consecutivas, lo que se traduce en una crisis que afecta a cinco millones de personas en cuanto a su alimentación y dos millones de niños en riesgo de malnutrición.
El estudio también puntualizó que los índices de mortalidad en Somalia durante la actual crisis aumenta de 0,33 a 0,38 muertes diarias por cada 10.000 personas, una tasa que podría subir a 0,42 a mediados de 2023.
La población somalí ha abandonado sus hogares e iniciaron travesías peligrosas en busca de alimento, agua y asistencia humanitaria. Desde que empezó la sequía más de un millón de personas han sido forzadas a huir de sus hogares; esta cifra incluye a las 857.000 personas desplazadas en el 2022. Además, otras 366.000 personas han tenido que huir a causa de la inseguridad y los conflictos.
Cabe destacar, que en junio de 2022, ACNUR solicitó 9,5 millones de dólares para ayudar a las comunidades afectadas por la sequía pero sólo logró recibir la ayuda de 2,8 millones de dólares, por lo que instan a sumar esfuerzos para la inversión social.
Por su parte, Naciones Unidas ha solicitado a la comunidad internacional 2.600 millones de dólares para asistir al país en la actual crisis, con los que espera ayudar a 7,6 millones de personas.
Las causas de una sequía involucran factores naturales y antropogénicos. Normalmente, la causa principal de toda sequía es la escasez de precipitaciones pluviales lo que deriva en una insuficiencia de recursos hídricos necesarios para abastecer la demanda existente.
Estos patrones de lluvia erráticos han prolongado la grave sequía que afecta a la región de África Central y Oriental y Cuerno de África desde el año 2021, lo que agravó la difícil situación humanitaria.
Cada día que pasa la crisis aumenta y se profundiza en más de 4 regiones de África; Etiopía, Somalia, Kenia y Sudán del Sur.