En un reciente caso en el Reino Unido, un hombre acusado de violación fue absuelto tras argumentar que estaba dormido cuando tuvo relaciones sexuales con una mujer ebria. Un tribunal británico diagnosticó que sufría de sexomnia, una condición «muy real», según el profesor Matthew Walker, experto en neurología del Hospital Nacional para Neurología y Neurocirugía en Londres.
La sexomnia ocurre cuando ciertas partes del cerebro permanecen dormidas mientras otras intentan despertarse, permitiendo que el individuo realice acciones complejas.
Los síntomas de la sexsomnia varían según la persona, pero la característica subyacente de esta parasomnia es que una persona dormida exhibe comportamientos sexuales de los que no es consciente y no puede controlar. Estos comportamientos pueden incluir:
- Masturbación
- Cuidado
- Ruidos sexuales
- movimientos sexuales
- Iniciar actividades sexuales
- agresión sexual
- agresión sexual
Una condición dentro del espectro de las parasomnias
La sexomnia es una patología que forma parte del trastorno más amplio de parasomnias, el cual incluye sonambulismo, terrores nocturnos, bruxismo y enuresis nocturna. No tiene nada que ver con las parafilias.
Quienes padecen de sexomnia realizan actos sexuales durante un estado de sonambulismo, mientras que la somnofilia es su opuesto, implicando interacciones sexuales con alguien que duerme. Estos trastornos pueden tener implicaciones legales, lo que hace crucial un diagnóstico cuidadoso, advierte Walker.
Perspectivas y desafíos de la sexomnia
El psiquiatra Carlos Schenck, del Centro de Trastornos del Sueño en Minneapolis, Estados Unidos, describe el sonambulismo sexual como un problema potencialmente serio y embarazoso para quienes lo sufren.
Muchos evitan buscar ayuda debido al estigma asociado o la falta de conciencia sobre la condición médica y aunque la sexomnia es más común en hombres que en mujeres, es una condición relativamente rara, que afecta a menos del 10% de adultos con parasomnias, según estima Walker.
Factores y tratamiento
El estilo de vida juega un papel importante en la aparición de episodios de parasomnia, siendo el alcohol un factor que puede empeorar el trastorno.
Estudios sugieren que las personas con sexomnia son más propensas a admitir el uso ilegal de drogas. El tratamiento puede incluir el uso de fármacos para controlar los síntomas y mejorar la calidad del sueño.