Shanghai alivia el bloqueo en algunas áreas a pesar de las infecciones récord de COVID-19. Según los datos recientes, se han registrado 25.000 nuevos contagios, lo que genera preocupaciones en otras regiones “controladas” de China que pudieran ser susceptibles a nuevos rebrotes.
Shanghai es la capital financiera de China y una de las ciudades más importantes, que vive un rebrote de la pandemia, lo cual forzó a las autoridades a confinar a gran parte de la población para evitar la propagación de esta nueva variante, sabiendo que hay población de la tercera edad que todavía no ha cumplido con el protocolo completo de vacunación.
En medio de esas circunstancias, fueron aliviando las restricciones, al clasificar la ciudad en tres categorías de riesgos que pudieran permitir el paulatino desenvolvimiento de las actividades públicas, bajo supervisión de las autoridades sanitarias.
"Es bueno estar fuera finalmente, aunque no hay adónde ir", dijo a un medio informativo una residente de la localidad.
Sin embargo, los habitantes de las zonas con menos controles, deben mantener el distanciamiento social y fueron advertidos que dependiendo el número de contagios, pudieran ser confinados nuevamente.
También se dieron a conocer denuncias públicas sobre el férreo control que ejercen los “comités vecinales”, llegando al punto de usar candados en las puertas de las casas para asegurar el confinamiento.
Por otra parte, para China es un año importante porque se baraja la posibilidad de la histórica reelección por tercer periodo del presidente Xi Jinping, lo cual representa una razón de peso para controlar los focos de desestabilización que se pudieran generar producto de nuevos rebrotes que significarían una seria amenaza contra el sistema público de salud.
La economía también es uno de los principales preocupaciones con los nuevos confinamientos; una prueba de ello son las ventas de automóviles que se desplomaron en marzo debido a las restricciones para controlar los brotes de COVID-19.
La llegada de Omicron a China no fue “una gran gripe” como lo anunciaron las autoridades; se está convirtiendo en una leve amenaza que genera una presión social por la frustración que generan los nuevos confinamientos; sobre todo, después que los dirigentes chinos enarbolan consignas triunfalistas, asegurando que ya el virus está erradicado del gigante asiático.