Si estás en tu trabajo y sientes un desequilibrio entre la alta demanda de trabajo, y la difícil capacidad de dar respuesta dentro de la jornada laboral, es porque estas sufriendo de sisifemia.
Se trata de un sentimiento patológico de no ser suficientemente productivo, a pesar de realizar una actividad de alto rendimiento. Es calificado como un nuevo trastorno laboral.
Estas sensaciones se repiten uno y otro día, siempre con la frustración de no llegar a todo lo que «deberían», a pesar de que estar haciendo lo máximo posible, refiere un reportaje de El Mundo.
Entre las disfunciones de este «síndrome» o trastorno psicosocial está la notoria incapacidad de la persona para desconectar del trabajo, no ya en el día a día, sino incluso en el vacacional.
¿Cuáles son las causas?
-Suele afectar a personas perfeccionistas, con alto sentido de la responsabilidad, meticulosas y cumplidoras.
–No suelen descansar durante su jornada laboral por los objetivos exigidos, que provocan jornadas prolongadas o la necesidad de alargarla para poder atender a la tarea diaria.
-El desarrollo de la sisifemia se produce cuando además de este trabajo con excesiva carga, se tiene una distribución anómala del día.
-Este trastorno está relacionado con la precariedad laboral.
-Está relacionado con una alta carga mental por plantillas insuficientes.
-La causa está en el desequilibrio entre la alta demanda de trabajo y la difícil capacidad de dar respuesta dentro de la jornada laboral y en condiciones normales.
-Otra de las características es padecer una «dismorfia de productividad«, que es el hecho de sentir que no se está siendo lo suficientemente productivo, a pesar de que sí.
¿Dónde se aprecia más?
Esta patología se evidencia más en los trabajos con elevada carga mental, con alta responsabilidad, y con alta premura en su ejecución.
Las actividades dónde se propicia la aparición de la sisifemia son la sanitaria, financiera, consultoría, auditorías, prensa y comunicación, despachos de abogados, universidad, investigación, altos niveles de la administración, comerciales, inteligencia artificial, machine learning, freelance o actividades autónomas.
¿Cuáles son las consecuencias?
Reducción de la confianza, autoestima, y problemas de salud, tanto mental, como el estrés crónico y cuadros de depresión, a físicos, como la hipertensión y cuadros cardíacos.
Suelen tener que tomar estimulantes, como la cafeína, y/o ansiolíticos para conseguir superar las largas jornadas laboral.
Aparecen otros trastornos como los del sueño y/o alimentarios (se come más y se cae en riesgo de obesidad).
Se crearía una tóxica, insana, haciéndose más presente en situaciones de teletrabajo, por la tendencia en estas formas laborales a la prolongación de las jornadas, sin registro horario y sin la debida desconexión digital.
¿Cómo se puede prevenir?
Detección de los síntomas, principalmente la angustia y la obsesión por el trabajo, así como un cambio en el comportamiento ordinario vital.
A nivel de empresa sería la adecuación del volumen de trabajo y la carga mental excesiva. Así como implementar cambios en la organización del trabajo para minimizarlos.
A nivel político implantar estrategias de prevención, promoción y atención sanitaria de la salud mental del trabajador, así como políticas de gestión y control del tiempo laboral.