Aunque ya han pasado más de dos décadas del siglo 21, para muchos aun la sexualidad es un tabú, alrededor del que se tejen numerosos mitos que no solo afectan la salud sexual sino también la mental.
Para derribar estas ideas erróneas, la columnista Catherine Pearson, habló con múltiples expertos y reunió siete mentiras que se repiten constantemente, y que ya es hora de que salgan del imaginario colectivo.
Mito 1: todos tienen más sexo que tú
Debby Herbenick, directora del Centro de Promoción de la Salud Sexual de la Universidad de Indiana, desmiente el mito de que todos tienen más sexo que uno. Esta mentira, común entre adolescentes y adultos en relaciones largas, puede conducir a decisiones no preparadas. Normalizar las variaciones en la actividad sexual es esencial para comprender la naturaleza holística del sexo en pareja, explica Pearson.
Mito 2: sexo significa penetración
Ian Kerner, terapeuta sexual, desafía la idea limitada de que el sexo debe seguir ciertos guiones, destacando la importancia del «coito sin penetración». Equivocadamente, muchos asocian orgasmos solo con la penetración, excluyendo otras formas válidas de intimidad. La flexibilidad en la definición de sexo promueve una experiencia más inclusiva y satisfactoria.
Mito 3: ellas no necesitan lubricante adicional
Desmontando la creencia de que la sequedad vaginal es exclusiva de mujeres mayores, Herbenick enfatiza que puede ocurrir a cualquier edad. La sequedad afecta la vida sexual de las mujeres, y la normalización del uso de lubricantes es crucial para superar estigmas. La lubricación no siempre refleja el deseo, subrayando la importancia de comprender y abordar las necesidades individuales.
Mito 4: es normal que el sexo duela
Contrariamente a la idea común, el sexo no debe ser doloroso. Se estima que el 75% de las mujeres experimentan dolor durante el acto sexual en algún momento de sus vidas. Shemeka Thorpe, especialista en bienestar sexual femenino, recalca que el dolor no indica buen sexo y destaca la necesidad de buscar ayuda médica en caso de molestias persistentes.
Mito 5: los hombres siempre quieren más que las mujeres
Ian Kerner y Lexx Brown-James refutan el mito de que los hombres siempre desean más sexo que las mujeres. Estudios recientes revelan fluctuaciones similares en el deseo a lo largo de la semana entre ambos géneros. Desafiar esta percepción contribuye a reducir la vergüenza y presión asociadas al deseo sexual.
Mito 6: el deseo debe producirse al instante
Expertos, como Lori Brotto, abogan por comprender dos tipos de deseo: espontáneo y receptivo. Normalizar el deseo receptivo, que surge en respuesta a estímulos, desafía la creencia de que el deseo espontáneo es superior. La aceptación de prácticas sexuales sin deseo espontáneo promueve una intimidad más consciente y conectada.
Mito 7: el sexo planificado es aburrido
Lori Brotto desestima la noción de que el sexo planificado es monótono. La programación sexual no debería considerarse negativamente, ya que permite responder al deseo y ofrece tiempo para que la excitación crezca. La comparación con actividades planificadas en otras áreas de la vida desafía la estigmatización del sexo programado.