A pesar de que no hay una intervención internacional aprobada en Haití, la administración de Joe Biden envió al país al USCGC ‘Northland’, una importante embarcación de la Guardia Costera estadounidense, con la intención de “patrullar” las aguas en las inmediaciones de la capital haitiana, Puerto Príncipe.
Según la institución norteamericana, la embarcación que desarrollaba tareas en Miami fue enviada como “una clara señal de determinación en apoyo del Gobierno de Haití y a su gente”.
Habitualmente este barco se dedica a patrullar desde el estado de Maine hasta Florida, el Golfo de México, el Océano Pacífico Oriental y el Mar Caribe.
“El Gobierno de EE.UU tiene un interés creado en la seguridad regional en todo el Mar Caribe, y está al tanto de la situación actual de disturbios civiles y violencia de pandillas dentro de Haití”, aseguró Brendan C. McPherson, comandante del Séptimo Distrito de Guardacostas, en declaraciones divulgadas por el Comando Sur estadounidense.
Dijo también que la presencia de la Guardia Costera es solo “una parte del enfoque” de EE. UU en relación a Haití.
Además de la Guardia Costera, EEUU envió aviones militares a Haití con equipos de seguridad táctica, para el uso de la Policía local.
Es de recordar que el interés estadounidense de participar en una intervención en Haití, ya había sido expresado el 12 de octubre por Brian Nichols, subsecretario de Estado para Asuntos del Hemisferio Occidental, luego de un encuentro con el primer ministro haitiano Ariel Henry.
En esa reunión participaron también autoridades del Departamento de Defensa y del Comando Sur, repartición de las Fuerzas Armadas estadounidenses para operaciones en América Latina.
Se pudo conocer que la presencia de cuerpos de la Marina, militares y policiales de EE.UU, despierta rechazo en muchos haitianos, debido a una historia marcada por intervenciones que, según reconoció la OEA, no han hecho más que profundizar las problemáticas que afronta el país en materia de violencia, a nivel sanitario e incluso institucional.