Siria cerrará los organismos públicos el 11 y 18 de diciembre a causa de la escasez de combustibles provocada por el trastorno en la cadena de suministros y las sanciones occidentales impuestas al país.
La decisión fue tomada porque miles de empleados ven cada día con mayor dificultad la posibilidad de llegar a sus trabajos. La escasez de combustible afecta el transporte público.
Además, el ministro de Comercio Interior, Mohammad Khaled al-Rahmoun, elevó los precios del suministro a 5.400 libras (93 centavos) el litro de diésel industrial y 4.900 libras (84 centavos) el litro de gasolina, cuando en el pasado el precio era de 2.500 libras.
Mientras la escasez continúe, cada vehículo tendrá derecho a 25 litros cada 10 días, aunque en los últimos días solo se consiguió esa misma cantidad cada 20 días.
Las últimas semanas, la escasez de combustible se ha convertido en una de las crisis más grandes que vive el país desde que inició el conflicto hace 11 años. Siria pasó de producir aproximadamente 380.000 barriles diarios a producir solo 20.000.
Por su parte, el gobierno de Bashar Al-Assad buscó proveer derivados del petróleo en los mercados y asignó la venta a una empresa privada, acción que los ciudadanos sirios dicen, tendrá como consecuencia el alza de los precios del combustible.
La falta de suministro afecta a la mayoría de los sectores ya que éste es necesario para los generadores que abastecen de energía las fábricas, redes de telecomunicaciones y otras instituciones. Inclusive, muchas personas dependen del combustible para la calefacción de sus hogares, principalmente en esta época de invierno.
