En Moscú, los cancilleres de Siria, Faisal Al-Mekdad, y de Turquía, Mevlüt Çavuşoğlu, sostuvieron el primer encuentro bilateral desde el final de relaciones en 2011, en una cita impulsada por Rusia e Irán, con el objetivo de que ambos se reconcilien.
Los representantes diplomáticos de estos países “acordaron encargar a los viceministros de Exteriores la elaboración de una hoja de ruta para promover las relaciones entre Turquía y Siria en coordinación con los Ministerios de Defensa y los servicios de inteligencia de los cuatro países”, así lo señaló el Ministerio de Asuntos Exteriores ruso en una nota oficial.
Al-Mekdad aseguró en su intervención que Damasco está dispuesto al diálogo, el cual considera como el mejor camino para arreglar los problemas existentes, siempre y cuando la base sea el respeto mutuo a la soberanía, independencia e integridad territorial del Estado.
Por su parte, el ministro de Asuntos Exteriores, Serguéi Lavrov, indicó que «el mejor resultado» tras la reunión «podría ser un acuerdo para encargar a los expertos la preparación de una hoja de ruta para la normalización sirio-turca para la siguiente reunión ministerial«. Además, denunció que Estados Unidos continúa saqueando la riqueza de Siria y apoyando a las milicias separatistas.
Es importante destacar que este nuevo paso es vital luego de que Turquía y Siria rompieran sus relaciones hace 12 años, cuando un fuerte conflicto desatado luego de que el régimen de Bachar Al-Asad reprimiese la revolución popular desatada en su contra, lo que condujo a que millones de personas huyeran y buscaran refugio en los países vecinos.
En este sentido, Turquía se anunció a favor de los rebeldes y llegó la ruptura de relaciones con el régimen de Al-Asad. El presidente turco se comprometió a acelerar la repatriación de casi cuatro millones de refugiados y migrantes sirios que huyeron a Turquía para escapar de la pobreza y la guerra.
