El ex paracaidista ruso, Pavel Filatyev, estuvo en el frente de la guerra con Ucrania y regresó a Moscú tras ser herido en un combate. Allí publicó un recuento detallado de 114 páginas sobre cómo es la vida en el frente de batalla.
"Simplemente no puedo quedarme callado por más tiempo, aunque sé que probablemente no cambiaré nada”, explicó recientemente en una entrevista al diario The Guardian.
Antes de escribir su libro de memorias, ZOV (por las marcas pintadas en tanques rusos), sirvió en el 56º regimiento de asalto aéreo de la Guardia con base en Crimea: entró en Jersón, capturó el puerto junto a sus compañeros y luego se atrincheró en Mykolaiv.
“Me tomó semanas entender que no había ninguna guerra en territorio ruso y que acabábamos de atacar Ucrania (…) No tengo miedo de luchar pero necesito sentir justicia. Sentimos (los soldados) que lo que estamos haciendo no es correcto", explicó.
En su revelación, Filatyev -de 34 años- dijo que la mayoría de los soldados están descontentos con el gobierno, sus comandantes y con el ministro de defensa, que nunca ha servido en el ejército.
“Todo alrededor nos daba una sensación de vileza, como desgraciados. Solo intentábamos sobrevivir”, reflexionó.
Insistió en que se está generando una cultura de ira y resentimiento en el ejército que derriba la fachada de apoyo total a la guerra: “hay soldados que se dispararon deliberadamente para escapar del frente y cobrar 3 millones de rublos -unos 50 mil dólares- en compensación”.
Cabe destacar que Filateyev, el primer soldado que huyó de Rusia debido a su oposición a la guerra, no es ningún novato en cuanto al servicio militar. Sirvió en Chechenia a fines de la década de 2000, pasó casi una década como entrenador de caballos y volvió a alistarse en 2021 por razones financieras.
“La gente me pregunta por qué no tiré mi arma. No habría cambiado nada por convertirme en un cobarde, arrojar mi arma y a mis camaradas. Estoy en contra de esta guerra, pero no soy un general, no soy el ministro de defensa, no soy Putin, no sé cómo detener esto.
Luego de que un proyectil le impactara cerca y arrojara lodo en sus ojos, sufrió una infección ocular que casi lo deja ciego. Por eso debió ser evacuado del frente de batalla.
Tras publicar sus confidencias, huyó del país pues teme que lo encarcelen bajo acusaciones de traición. “¿Por qué debería tener que huir solo por decir la verdad?
“Es muy importante que alguien sea el primero en hablar”, dijo Vladimir Osechkin, jefe de la red de derechos humanos Gulagu.net, quien ayudó a Filatyev a salir de Rusia.
