A pesar de que la tecnología de los autos eléctricos ha avanzado ampliamente, aún ninguno es 100% funcional sólo con paneles solares en el techo.
“Una vez más la energía producida por los paneles no se emplea para mover el coche, sino que alimenta determinados órganos eléctricos, lo que permite descargar de parte de su trabajo a la batería ‘grande’ y reducir el consumo de electricidad, así se amplía la autonomía”, explica una nota de la agencia Bloomberg.
Ni el Toyota Prius Solar, ni el Mercedes EQXX que promete ser el coche eléctrico con más autonomía del mercado, por encima de los 1.000 kilómetros, ni el Hyundai Sonata Hybrid 2020 son capaces de cargar 100% la batería del vehículo sólo con el uso de sus placas solares.
“Con ella es posible cargar entre 30% y 60% de la batería diariamente”.
Expertos aseguran que el rendimiento de cada hora de sol es realmente escaso: para rellenar la batería de un coche eléctrico con un techo con placas solares el vehículo debería permanecer al sol sin moverse más de una semana, suponiendo que no hubiera noche.
Los paneles solares en el techo para alimentar a los vehículos no son una invención muy reciente. Ya en los años 2000 fueron varios los fabricantes europeos que comercializaron coches de lujo con placas solares en el techo: el Audi A8, el Mercedes Clase E.
No es un dato menor que, aunque los carros eléctricos se han multiplicado, la red de recargas comerciales en las vías es escasa y de baja efectividad.
Sin embargo, cada paso adelante con el cambio de energía limpia por energías fósiles reducirá la contaminación emitida por los tubos de escape y con el, todas las afectaciones al medio ambiente.