Este lunes el gobierno de Sudán anunció la prórroga del cierre de su espacio aéreo hasta el 31 de julio debido al contexto de violencia que atraviesa el país africano tras los enfrentamientos entre el Ejército y grupos paramilitares.
De acuerdo a la Autoridad de Aviación Civil, solamente los vuelos de ayuda humanitaria y de evacuación estarán exentos de la prohibición.
El conflicto interno en Sudán ha dejado más de 3.000 civiles fallecidos por los enfrentamientos entre el ejército y las Fuerzas de Apoyo Rápido (FAR).
Recientemente, el gobierno sudanés había rechazado la propuesta de una reunión regional para solventar la crisis pero el encuentro se truncó tras los señalamientos a Kenia de favorecer a las fuerzas rivales.
La Autoridad Intergubernamental sobre el Desarrollo, un bloque de África Oriental, invitó al jefe del ejercito de Sudán y la comandantede las FAR, a una reunión en la capital etíope. Pese a que ninguno de los dos asistieron, el representante de las FAR envió un delegado llamado «cuarteto», integrado por Kenia, Sudán del Sur, Yibuti y Etiopía.
Por su parte, el gobierno sudanés había anunciado horas antes del encuentro que no participaría en la reunión hasta que cumplieran con su demanda de destituir a Kenia como presidente de las conversaciones por su «parcialidad».
De acuerdo al Sudán, Kenia «adoptó las posiciones de la milicia FAR, protegió a su gente y les ofreció diversas formas de apoyo».
El «cuarteto» compartió un comunicado en el que le solicitaron a la Unión Africana para investigar el posible despliegue de la Fuerza de Reserva de África Oriental para la protección de los civiles y el acceso humanitario.
El origen del conflicto en Sudán inició tras el rompimiento de la alianza entre el ejercito sudanés y la FAR, tras la denuncia del grupo irregular de haber sido atacados por el ejercito.