El Senado de Tailandia aprobó un proyecto de ley que contempla la castración química voluntaria de agresores sexuales reincidentes y violentos.
La drástica medida busca combatir este tipo de delitos en el reino asiático.
De acuerdo a los medios locales, el proyecto fue aprobado de forma unánime: 145 votos a favor, cero en contra y dos abstenciones.
Ahora la propuesta será nuevamente sometida a votación y deberá ser avalada por el Rey de Tailandia.
De ser aprobada, entrará en vigencia una vez sea publicada en la Gaceta Real.
Cabe destacar que los reclusos que se sometan al procedimiento obtendrán una reducción en sus condenas.
Además, la legislación estipula que el fármaco debe ser aplicado con el consentimiento del agresor sexual y su uso debe ser avalado por al menos un especialista psiquiátrico y otro médico.
A diferencia de la castración quirúrgica o física, consistente en la extirpación de los testículos, el procedimiento solo tiene un efecto temporal y reversible.
Actualmente Indonesia, Polonia, Rusia, Corea del Sur y Estados Unidos, aunque solamente en algunos estados, son algunos de los países donde se aplica la castración química a quienes cometen delitos sexuales.
Sin embargo, la Relatora Especial de la ONU sobre la venta de niños, la prostitución infantil y la utilización de niños en la pornografía considera que los estudios sobre la eficacia de este tipo de tratamientos no tienen resultados concluyentes y que se requieren investigaciones más exhaustivas basadas en evidencia empírica.
Analistas consideran que la respuesta del Estado no puede ser únicamente represiva, sino que debe tener un carácter integral y abarcar estrategias de prevención.