El adolescente Shang Juncheng entró el lunes en la historia de su país al convertirse en el primer tenista chino en conseguir una victoria en el cuadro final masculino del Abierto de Australia.
De hecho, Shang, de 17 años, es el más joven del cuadro masculino y viene de ser el junior mejor clasificado del mundo.
"Hemos tenido jugadoras realmente buenas en el lado femenino, pero sinceramente no grandes nombres en los hombres", dijo Shang, que también se hace llamar "Jerry".
El muchacho pudo haber elegido el deporte de su padre, el fútbol, o el deporte de su madre, el tenis de mesa. Su padre, Shang Yi, era un destacado mediocampista chino, lo suficientemente bueno como para jugar en la selección nacional. Su madre, Wu Na, fue campeona mundial de dobles.
"Creo que soy muy afortunado por ser miembro de este equipo. Ojalá podamos hacer algo grande en el futuro", dijo el jugador.
El tenista, clasificado de las rondas previas, libró casi tres horas de partido contra el alemán Oscar Otte, al que se impuso 6-2, 6-4, 6-7 (2/7), 7-5.
Analistas deportivos aseguran que el chico juega al tenis de forma inteligente, cambiando de marcha y de velocidad a menudo para evitar dar a los oponentes un ritmo constante. “Su marcha superior es impresionante, particularmente cuando dicta los términos con su golpe de derecha rápido”, fue un comentario repetido en su último juego.
Su premio será una segunda ronda contra el estadounidense Frances Tiafoe quien se ubica en el número 16º del escalafón mundial.
Cabe destacar que el progreso del tenis masculino en China quedó en evidencia en este torneo en el que participan tres hombres de ese país por primera vez en un Grand Slam desde el inicio de la era Open en 1968.
Los otros dos son Zhang Zhizhen y Wu Yibing, quien en el último Abierto de Estados Unidos se convirtió en el primer chino en ganar un partido individual de un Grand Slam en 63 años.
Sin embargo, en Melbourne, Wu perdió en primera ronda ante el francés Corentin Moutet en un partido de más de cuatro horas (6-4, 5-7, 6-2, 4-6, 7-5).
