Este domingo 28 de agosto, dos buques de la armada de Estados Unidos incursionaron en las aguas del estrecho de Taiwán libre de reclamación, así lo informó la armada estadounidense.
Los buques de guerra que navegaron por el estrecho, fueron dos lanzamisiles de clase Ticonderoga, llamados “USS Antietam” y “USS Chancellorsville”, que transitaron por un corredor del estrecho “que está fuera del mar territorial de cualquier país”, afirmó la armada.
Además, el Ministerio de Defensa de Taiwán confirmó el paso de los buques de bandera estadounidense por el estrecho, desde esa instancia se afirmó que están “monitoreando todos los movimientos relevantes en nuestro espacio marítimo y aéreo”.
La respuesta de China no tardó en llegar y el Ejército Popular de Liberación de China reprochó a EE.UU por “exagerar abiertamente el paso de los buques por el estrecho”, y además advirtieron que “las tropas de la sección oriental siguen en alerta máxima y están preparadas en todo momento para desbaratar cualquier provocación”.
Las tensiones en la región aumentaron con la visita a Taiwán de la presidenta de la Cámara de Representantes estadounidense, Nancy Pelosi, pese a las advertencias de China. El gigante asiático considera que Taiwán es una “provincia rebelde” y que en cualquier momento volverá a formar parte de esa nación.
A raíz de este hecho, China reaccionó con un fuerte embargo económico a los productos taiwaneses y el despliegue de unos ejercicios militares con fuego real, disparando misiles balísticos en las costas de Taiwán, emulando una posible invasión a la isla.
EE.UU mantiene relaciones diplomáticas y consulares con China aunque mantiene relaciones con Taiwán y promueve su derecho a independizarse, pese a que todavía no es reconocido como un Estado independiente por la Organización de las Naciones Unidas, sino que es considerado como una provincia China.