Durante la tercera noche consecutiva de protestas en Francia por la trágica muerte de un joven de 17 años a manos de un agente durante un control policial, se registraron al menos 667 detenciones, según informó el ministro del Interior francés, Gérald Darmanin, en la mañana de este viernes.
Más de la mitad de esas detenciones ocurrieron en la región de París, en los departamentos de Hauts-de-Seine, Seine-Saint-Denis y Val-de-Marne, informó BFMTV citando a la policía de París.
El equipo de élite de la policía francesa, el RAID, fue desplegado en las ciudades de Burdeos, Lyon, Roubaix, Marsella y Lille para ayudar a contener las protestas.
Se produjeron enfrentamientos entre manifestantes y policías en el barrio parisino de Nanterre, donde días antes falleció un adolescente de 17 años, y en la ciudad portuaria de Marsella, en el sur del país.
En medio de escombros en llamas, se encontró en un muro de Nanterre una pintada en aerosol que decía «vengeance pour Nael» («venganza por Nael»), haciendo referencia al adolescente fallecido y utilizando una grafía alternativa de su nombre, según imágenes del suburbio.
En Nanterre, un banco fue incendiado, según fotografías tomadas en el lugar de los hechos. 15 personas fueron detenidas para ser interrogadas por la policía después de que una marcha en memoria del adolescente se volviera violenta.
Según la cadena BFMTV, los manifestantes lanzaron fuegos artificiales contra los agentes de policía en Marsella, mientras que en la ciudad de Lille se registraron incendios en las calles y los agentes antidisturbios corrieron. Seis personas fueron detenidas para ser interrogadas tras participar en una protesta prohibida por las autoridades en Lille, según informó la autoridad regional en una publicación de Facebook.
El presidente Emmanuel Macron mantendrá una reunión de crisis por segundo día consecutivo el viernes, tras la violencia ocurrida la noche anterior, según informó BFMTV.
Las autoridades esperaban evitar que se repitieran las escenas vividas el miércoles por la noche, cuando se incendiaron comisarías, ayuntamientos y escuelas en varias ciudades y se arrestó a unas 150 personas. El Ministerio del Interior anunció que tenía previsto desplegar 40.000 agentes de policía en todo el país el jueves, incluyendo 5.000 en París, para sofocar posibles disturbios.
Los disturbios estallaron el martes, horas después de que un control policial de tráfico en Nanterre resultara en la muerte de un joven de 17 años llamado Nahel. Durante una noche caótica, se quemaron 40 autos y 24 policías resultaron heridos, según las autoridades francesas. El agente de policía involucrado en el tiroteo fue sometido a una investigación por homicidio voluntario y puesto en detención preventiva, según informó BFMTV el jueves.
Con información de CNN