Un terremoto de magnitud 6 estremeció este jueves la región japonesa de Fukushima, ubicada en el noreste del país, según informó la Agencia Meteorológica de Japón. Aunque el sismo no desencadenó una alerta de tsunami, su impacto se sintió en toda la región, incluyendo la capital, Tokio, reportó DW.
Afortunadamente, en los informes iniciales no se han reportado daños materiales significativos ni víctimas como resultado de este temblor, cuyo epicentro se situó a una profundidad de 40 kilómetros. Japón, conocido por su alta actividad sísmica, cuenta con rigurosas regulaciones para garantizar la resistencia de sus edificaciones e infraestructuras frente a los terremotos más potentes.
Con aproximadamente 1.500 sismos al año, la mayoría de ellos de baja intensidad, el archipiélago nipón está familiarizado con la amenaza constante de movimientos telúricos.
El Servicio Geológico de Estados Unidos (USGS) estimó la magnitud del sismo en 6,1 y situó su epicentro a una profundidad similar, de 40,1 kilómetros.
Este evento sísmico ocurre apenas un día después de que un terremoto de magnitud 7,4, según el USGS, sacudiera Taiwán, cobrándose la vida de nueve personas y dejando a más de 1.000 heridas. Aunque el temblor activó brevemente la alerta de tsunami en Taiwán, Filipinas y Japón, esta fue descartada sin que se registraran grandes olas.
El recuerdo del devastador terremoto de marzo de 2011 sigue fresco en la memoria de Japón. Aquel sismo, de magnitud 9, seguido de un tsunami, dejó a unas 18.500 personas muertas o desaparecidas. Además, desató la crisis nuclear más grave desde Chernóbil,
