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Theresa Kachindamoto: La líder de Malaui que ha evitado 2.500 matrimonios infantiles

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Theresa Kachindamoto ha evitado 2.500 matrimonios infantiles en Malaui (Foto: X)

Desde que Theresa Kachindamoto asumió el cargo de autoridad tradicional en el distrito de Dedza, Malaui, en 2003, la vida de miles de niñas ha cambiado significativamente, que se reflejan en números como evitar más de 2.500 matrimonios infantiles.

Kachindamoto, la primera mujer en ocupar esta posición en su país, ha hecho de su misión la lucha contra en contra de estas uniones, que ponen en situación de abuso a las más vulnerables.

Lucha contra la tradición

En una entrevista, Kachindamoto compartió que al asumir su cargo, se sorprendió al descubrir la prevalencia de los matrimonios infantiles en su área. Motivada por su experiencia en educación, decidió prohibir estos matrimonios y enfrentó la resistencia inicial de varios jefes comunitarios.

«Revoqué del poder a 15 hombres el primer día que desobedecieron«, recordó. Con el tiempo, ha llegado a revocar a 62 de los más de 300 jefes en su jurisdicción, devolviéndoles el título solo cuando se comprometieron a detener estas prácticas.

Según las Naciones Unidas, el matrimonio infantil, precoz y forzado pone en riesgo las vidas y futuro de mujeres y niñas. En todo el mundo, alrededor del 21% de las niñas se casan en la infancia

Efectos del ciclón Freddy

El ciclón Freddy, que azotó Malaui en marzo de 2023, exacerbó la pobreza y la inseguridad alimentaria, factores que suelen impulsar el matrimonio infantil.

«Tras el ciclón, dos niñas vinieron a decirme que sus madres las estaban obligando a casarse porque no tenían nada para comer», explicó Kachindamoto. Se aseguró de que esas niñas volvieran a la escuela y recordó a los jefes locales que no debían relajar las normas.

El rol de la educación

Kachindamoto ha implementado varias estrategias para promover la educación de las niñas, incluyendo la creación de comités que motivan a las jóvenes a permanecer en la escuela.

«He detenido 199 matrimonios en mi área y más de 2,500 en toda mi jurisdicción», destacó. También ha trabajado para erradicar prácticas tradicionales dañinas, como el «kusasa fumbi», un rito de iniciación que expone a las niñas a riesgos de salud.

Un camino largo por recorrer

A pesar de los avances, Kachindamoto reconoce que aún queda mucho por hacer. «La pobreza sigue siendo el principal obstáculo», explicó. Las familias con dificultades económicas suelen ver el matrimonio de sus hijas como una solución momentánea.

Sin embargo, Kachindamoto sigue convenciendo a otros jefes de la importancia de la educación y los derechos de las niñas.

Kachindamoto concluye con esperanza: «En Dedza, no hay ningún jefe ni ningún padre que pueda denegar a su hija el derecho a ir a la escuela. Pero como sociedad, aún tenemos un largo camino por recorrer.»

Con información de El País de España

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