El pasado viernes 23 de diciembre se produjo un tiroteo en un centro cultural Kurdo en París, y su responsable confesó que lo hizo ya que siente un “odio patológico a los extranjeros”, y que su plan original fue “asesinar a todos los inmigrantes” que pudiera.
El sospechoso asesinó a tres personas y dejó a otras tres heridas frente al centro cultural, antes de lograr ser sometido por una de sus víctimas, que se encontraba herida.
Luego de ser detenido, el hombre fue trasladado a un centro psiquiátrico, en donde se encuentra bajo observación, y en caso de que le den el alta, enfrentará cargos de intento de asesinato, crímenes de odio y posesión ilegal de armas de fuego.
Esta información fue dada a conocer a través de un informe presentado por la fiscalía parisina, en el que dieron detalles sobre el ataque.
“Fue a Saint-Denis de madrugada armado con una pistola y munición para asesinar a extranjeros. El sospechoso de 69 años, supuestamente, al llegar lugar cambió de opinión porque ‘había muy poca gente y su vestimenta le impedía recargar rápidamente su arma’”
De acuerdo a la fiscalía parisina, el hombre cuya identidad aún se desconoce, cometió el atentado ya que en 2016 sufrió un robo en su casa, lo que hizo que desarrollara un odio totalmente patológico hacia los extranjeros.
Además, se supo que el tirador de 66 años explicó que no conocía a ninguna de las víctimas, pero que consideraba a todos los extranjeros no europeos como sus enemigos.
En el tiroteo ocurrido en París fallecieron dos hombres y una mujer, además de resultar heridos tres hombres, entre los que está quien logró someter al tirador, para que fuese detenido por la policía.
Protestas
Debido a los comentarios racistas hechos por el perpetrador, miembros de la comunidad kurda parisina, se organizaron para movilizarse hasta la plaza de la República, cerca del lugar de los hechos.
Miembros del Partido de los Trabajadores del Kurdistán (PKK) fueron los responsables de la organización del evento, ellos utilizaron fotos su líder Abdullah Öcalan, así como retratos de tres militantes kurdas asesinados a sangre fría hace una década.
Las manifestaciones se salieron de control por lo que las fuerzas de seguridad intervinieron, y detuvieron a 11 manifestantes. 31 policías resultaron heridos en la refriega.
