Las manifestaciones en Francia por la reforma de pensiones propuesta por Emmanuel Macron han traspasado los límites. Este jueves trabajadores ferroviarios en huelga irrumpieron en la sede de Louis Vuitton en París, en vísperas de la sentencia sobre la controvertida reforma.
En medio de las manifestaciones que ya suman más de tres meses, atacaron la la sede parisina de LVMH Moet Hennessy Louis Vuitton (LVMH), que también representa a marcas como Christian Dior, Fendi y Givenchy.
“Hemos venido a darle simbólica y pacíficamente al Gobierno la idea de sacar dinero de los bolsillos de los multimillonarios”, dijo el militante de SUD-Rail, luego que LVMH anunciara un fuerte crecimiento de su volumen de negocios.
Horas antes de que comenzara la manifestación en París, los manifestantes amontonaron bolsas de basura ante el Consejo Constitucional, que se esperaba decidiera el viernes si anular toda o parte de la legislación.
“La movilización está lejos de terminar”, afirmó la lideresa del sindicato CGT, Sophie Binet, en un centro de incineración de basuras en el sur de París, donde cientos de manifestantes bloquearon el paso a los camiones de basuras. “Mientras no se retire esta reforma, la movilización continuará de una forma o de otra”, refirió EFE.
Aunque la movilización llegó a contar el 7 de marzo con entre 1,28 millones de manifestantes, según la policía, y 3,5 millones, para el sindicato CGT, la cantidad de asistentes se redujo desde entonces y, este jueves, las autoridades esperaban entre 400.000 y 600.000.
