Aunque ya ha pasado un tiempo desde el fin de la pandemia del covid-19, este evento marcó un cambio radical en la forma en que las empresas latinoamericanas estructuran su trabajo.
Según un reciente estudio, el 63% de las compañías en la región han adoptado el modelo de trabajo híbrido incluso después de que la enfermedad pasara, convirtiéndolo en la opción más popular.
Esta tendencia ha transformado la manera en que los empleados realizan sus labores diarias, combinando la flexibilidad del trabajo remoto con la colaboración en el lugar de trabajo.
Flexibilidad y conexión en el trabajo
El atractivo del trabajo híbrido radica en su capacidad para ofrecer flexibilidad, permitiendo a los empleados trabajar tanto desde casa como desde la oficina.
De acuerdo con el estudio, el esquema más preferido es aquel que combina tres días presenciales y dos días remotos, seguido por la opción de dos días en la oficina y tres días remotos.
Estas configuraciones permiten a las empresas mantener una conexión significativa con su equipo mientras se adaptan a las necesidades cambiantes del mercado.
Adaptación y cambio de prioridades
Jayant Paleti, cofundador de Darwinbox, destaca la importancia de que las empresas se adapten a este nuevo entorno laboral. Señala que, además de establecer un marco sólido para el trabajo a distancia, las empresas también deben redefinir las medidas de rendimiento y fomentar un clima de confianza y colaboración entre los empleados.
Oportunidades y desafíos
La transición hacia un modelo de trabajo híbrido también presenta oportunidades y desafíos únicos.
Paleti, citado por El Nacional, enfatiza que las empresas se enfrentarán a una creciente presión para adoptar prácticas respetuosas con el medio ambiente. Esto crea una demanda de profesionales con experiencia en consultoría de sostenibilidad, ingeniería de energía renovable y ciencia ambiental.
Industrias más afectadas
Las empresas tecnológicas se encuentran entre las más afectadas por la adopción del trabajo híbrido. Sectores como las finanzas, la atención médica y la educación están adoptando cada vez más tecnologías digitales, lo que impulsa la demanda de talento con habilidades especializadas en estas áreas.