La reciente decisión de la Federación Internacional de Atletismo sobre la prohibición de que las atletas transgénero compitan en pruebas internacionales pone otra vez en el tapete el tema y complejiza aún más la discusión: ¿se ha ido desplazando del terreno de la ciencia al terreno de la ética?
“Las tensiones aún son muy evidentes, pero hay algunos signos, con estas nuevas políticas, de un cambio en la política global de una basada en los niveles de testosterona a una basada en la ventaja masculina adquirida en la pubertad. Esto ha llevado a un intento de rediseñar la idea misma de competencia leal”, explica una nota en el portal theconversation.
Algunos tienden a argumentar que, a pesar de que las mujeres trans tienen ventajas masculinas residuales, aún puede ser razonable para ellas competir en la categoría femenina: algo que los defensores ahora llaman «competencia significativa».
El Comité Olímpico Internacional –que adhiere a los investigadores Joanna Harper y Yannis Pitsiladis- aprobó las ideas gemelas de “competencia significativa” y “ventaja desproporcionada” en sus documentos internos.
“La idea general es que, si la ventaja que tienen las mujeres trans es lo suficientemente pequeña como para que no ganen todo el tiempo, entonces es permisible, y “significativo”, que compitan en la categoría femenina”, explica el texto.
Sin embargo, hay que tener en cuenta que la ventaja masculina no es solo su tamaño sino el tipo de ventaja.
Hay dos tipos de ventajas en el deporte: ventajas de competición (el más rápido o el mejor táctico) y ventajas de categoría (diferentes fórmulas en el deporte del motor o las más obvias son las categorías de edad, peso y sexo.
Analistas consideran sin embargo que la COI malinterpreta la competencia leal. La competencia justa no significa que nadie domine nunca: piense en Indurain, Phelps, Martina Navratilova y Usain Bolt.
“Nuestra comprensión estándar de la equidad en el deporte es una cuestión de procesos (un campo de juego nivelado), no de resultados (un acabado fotográfico)”, sentencia la nota.
Aún queda mucha tela por cortar en este tema, aunque por lo pronto hay que mantener el foco en que todos deben ser bienvenidos al deporte y tener una categoría justa en la que competir.
