Este martes el corazón de Pedro I, quién murió hace 188 años, será saludado en Brasil por el presidente Jaír Bolsonaro.
El próximo 7 de septiembre cuando se conmemore el Bicentenario de Brasil como país independiente, el corazón será homenajeado por el primer mandatario.
La llegada del corazón de Pedro I a Brasil ha generado polémica por la fecha elegida y el contexto electoral.
Los críticos del presidente del país, Jair Bolsonaro, afirman que está haciendo un uso político de la exhibición del órgano en un momento en que hay organizadas manifestaciones en todo Brasil para el 7 de septiembre en apoyo al gobierno. Se espera que los actos del Día de la Independencia estén cargados de ataques a los jueces de la Corte Suprema y al sistema electoral.
Por lo pronto, el órgano fue trasladado desde Portugal hacia Brasil en un avión de la Fuerza Aérea Brasileña con los honores de un jefe de Estado y llevado bajo un fuerte esquema de seguridad hasta el Palacio de Itamaraty.
El encargado de recibirlo en el aeropuerto fue el ministro de defensa, Paulo Sergio Nogueira, quien dio unas emotivas palabras: "Este legítimo ícono de la independencia brasileña fue un gobernante muy adelantado para su tiempo, un líder visionario y valiente que desafió públicamente a la corte de la metrópoli en pro de los intereses de Brasil. Hoy debemos la existencia de Brasil como nación libre a la osada decisión tomada por Pedro I y a la dedicación de tantos otros que se entregaron a ese ideal", aseguró el ministro.
Pedro era un príncipe de sólo 23 años cuando el 7 de septiembre de 1822 anunció que Brasil ya no seguiría siendo una colonia de Portugal.
Fue en su lecho de muerte cuando el Emperador solicitó que le sacaran el corazón y lo llevaran a Oporto, donde la víscera se encuentra desde 1837 y cada 10 años se le cambia el líquido a base de formaldehído para mantenerlo conservado.
