El Tribunal Permanente de los Pueblos de Brasil (TPP), condenó este jueves al primer mandatario, Jair Bolsonaro, por crímenes de lesa humanidad cometidos durante la pandemia de la Covid-19, en contra de las poblaciones indígenas y afrodescendientes.
La sentencia establece que el jefe de Estado fue responsable directo de graves violaciones a los derechos humanos y de crímenes contra la humanidad. Según el tribunal, Bolsonaro cometió actos “maliciosos” e “intencionados” contra su población.
Sin embargo, los jueces optaron por no condenar a Bolsonaro por genocidio, la condena es solo simbólica y moral, pero esta decisión podría aumentar la presión internacional para que el caso sea enviado a la Corte Penal Internacional de La Haya, donde el jefe de Estado está acusado de crímenes contra la humanidad.
La TPP es un organismo internacional creado en los años 70, no tiene el peso del Tribunal Penal Internacional de La Haya, ni la capacidad de actuar contra un Estado o un jefe de gobierno, no obstante, esta condena contra el presidente brasileño, marca un precedente para exponer la mala gestión en el manejo de la pandemia cuando estaba en su momento más crítico en el continente.
En este sentido, los miembros del TPP recomendaron a la Corte Penal Internacional que siga evaluando la posibilidad de un genocidio cometido por el Estado brasileño.
El documento de la TPP resalta que “a diferencia de la mayoría de las sentencias de nuestro Tribunal Permanente de los Pueblos, esta sentencia se refiere a la responsabilidad personal, es decir, a la responsabilidad penal de una sola persona: a la culpa del presidente brasilero Jair Messias Bolsonaro por crímenes de lesa humanidad”.
Los jueces del Tribunal Permanente de los Pueblos van un paso más allá al señalar que el crimen del que fue responsable el presidente Bolsonaro consiste en una violación sistemática de los derechos humanos, “por haber provocado la muerte de decenas de miles de brasileros debido a la política insensata que promovió con relación a la pandemia del Covid-19”. Puntualizó el organismo.
El fallo también resalta que, contrariando la posición unánime de los científicos de todo el mundo y las recomendaciones de la Organización Mundial de la Salud (OMS), el primer mandatario no sólo provocó que la población brasileña no adoptara las medidas de distanciamiento, aislamiento, protección y vacunación destinadas a limitar la infección, sino que varias veces creó diversos obstáculos a las mismas, frustrando los intentos de su propio gobierno de establecer políticas destinadas de alguna manera a proteger a la población del virus.
Brasil fue uno de los países más afectados de la región por la pandemia, al reportar cerca de 100.000 muertes por afecciones causadas por el virus.
