El expresidente Donald Trump, insinuó este miércoles que el presidente de los Estados Unidos, Joe Biden, podría estar detrás del sabotaje al gasoducto ruso "Nord Stream 2".
El empresario estadounidense compartió un video en su red social Truth Social, que se viralizó en febrero, en el que aparece el actual mandatario norteamericano, amenazando con acabar con el gasoducto ruso.
"Si Rusia invade (Ucrania)… entonces ya no habrá Nord Stream 2. Le pondremos fin", dijo Biden. Cuando se le preguntó sobre cómo Washington lograría eso, considerando que el gasoducto estaba bajo el control de Alemania, a lo que respondió: "Le prometo que podremos hacerlo".
"Vaya declaración. ¿Alguien de la Tercera Guerra Mundial?" Fue el comentario de Trump al video con las intenciones de Biden, a la luz de los acontecimientos actuales, en el que varias explosiones afectaron el Nord Stream 2.
El expresidente señaló también que todas las miradas estaban en el paso del huracán 'Ian', cuando había en el mar Báltico un acontecimiento mucho más relevante, a largo plazo, que suponían las explosiones del gasoducto ruso, y que podrían intensificar el conflicto. "¡Esto podría llevar a una escalada mayor, o a la guerra!", alertó.
Las explosiones fueron registradas por las estaciones sismológicas de Suecia y Dinamarca, que detectaron "potentes explosiones submarinas" en las zonas donde se produjeron las fugas. Este hecho fue denunciado como un "acto de sabotaje" por todas las partes del conflicto.
Trump aprovechó la circunstancia para descalificar a la administración Biden, argumentando que bajo su administración, el conflicto entre Rusia y Ucrania no hubiese ocurrido.
"La catástrofe de Rusia y Ucrania no debería haber ocurrido nunca, y definitivamente no habría ocurrido si yo fuera presidente", expresó. Además, instó a Washington a ayudar a ponerle fin a la guerra y "no empeorar las cosas con la explosión de los gasoductos". Apuntó Trump.
El Nord Stream 2 es un gasoducto de gas natural de 1.234 kilómetros de largo, que va desde Rusia a Alemania a través del Mar Báltico. Fue financiado por Gazprom y varias compañías energéticas europeas.
Su construcción comenzó en 2011 para expandir la línea Nord Stream, y duplicar la capacidad anual a 3,9 billones de pies cúbicos. Se completó en septiembre de 2021, pero aún no ha entrado en servicio.
La planificación y construcción del oleoducto se vio envuelta en una controversia política, por temor a que Rusia lo utilizara para obtener una ventaja geopolítica con Europa y Ucrania.
Después de varios recortes en el suministro del mineral a Europa, el pasado 5 de septiembre, Rusia anunció que cortaría el gas al viejo continente, hasta que se levantaran las sanciones que se impusieron a Moscú producto de la guerra con Ucrania.
Autoridades rusas alegaron en ese momento, que las medidas entorpecían considerablemente la operatividad de las empresas, incluyendo a Gazprom, especialmente a la hora de realizar servicios técnicos, mantenimiento preventivo, e instalación de equipos.