El ministro de Justicia de Turquía, Bekir Bozdag, informó que unas 200 personas han sido detenidas por fallas en la construcción de edificios lo que agravó las fatales consecuencias del terremoto registrado en la madrugada del pasado 6 de febrero.
El Ministro dijo que 626 personas eran «sospechosas» después de que los edificios se derrumbaran por completo o sufrieran graves daños tras los sismos. Algunos de los sospechosos murieron en el terremoto, mientras que la policía sigue buscando a otros.
Hasta ahora, más de 5.700 edificios se han derrumbado en Turquía, según la agencia de catástrofes del país.
El ministro de Urbanismo, Murat Kurum, informó que el registro de los edificios dañados ya se ha completado en cinco de las once provincias afectadas, con 1,7 millones de inmuebles analizados. “Detectamos que 96,7% de los edificios derrumbados se habían construido antes de 1999, año en el que se introdujeron nuevas normas que obligan a observar medidas antisísmicas en la construcción”.
Mustafa Erdik, profesor de Ingeniería Sísmica de la Universidad Bogazici de Estambul, explicó que lo que más llama la atención es el tipo de derrumbes: en forma de tortita, “que es el tipo de derrumbe que no nos gusta ver a los ingenieros».
Destacó que en este tipo de derrumbes es difícil salvar vidas. Hace muy difícil la operación de los equipos de búsqueda y rescate.
También dijo que las imágenes de destrucción generalizada y escombros indican «que hay calidades muy variables de diseños y construcción». Enfatizó que el tipo de fallos estructurales que se producen tras un terremoto suelen ser derrumbes parciales. «Los derrumbes totales son algo que siempre se intenta evitar tanto en los códigos como en el diseño real», añadió.
Cabe destacar que tras catástrofes anteriores, se endurecieron los códigos de construcción en el país, lo que debería haber garantizado que los edificios modernos resistieran grandes temblores.
Residentes y expertos se preguntan ahora si el gobierno no tomó las medidas necesarias para hacer cumplir las normas de construcción.
Yasemin Didem Aktas, ingeniero estructural y profesor del University College de Londres, declaró que, si bien el terremoto y sus réplicas constituyeron «un acontecimiento muy potente que pondría a prueba incluso a los edificios que cumplen los códigos», la magnitud de los daños indica que los edificios no cumplían las normas de seguridad.
Varios críticos cuestionan también la aprobación periódica por parte del gobierno de Turquía de las llamadas «amnistías de construcción», básicamente exenciones legales que, previo pago, perdonaban a los promotores la construcción de proyectos sin los requisitos de seguridad necesarios.
Las autoridades turcas han elevado a casi 48 mil el número de víctimas mortales que dejaron los terremotos y sus réplicas, una subida de casi dos millares respecto a la última cifra oficial.