Un informe de Media Matters for America reveló que desde que Elon Musk tomó las riendas de Twitter, la mitad de los 100 principales anunciantes de la plataforma se han ido y ya no publicitan en ese sitio web.
Explicó que esos 50 anunciantes gastaron unos 2.000 millones de dólares en publicidad desde el 2020, de los que 750 millones los invirtieron a lo largo de este 2022.
La farmacéutica Eli Lilly dejó de anunciarse hace unos días tras la irrupción de una cuenta falsa de esa empresa, en la que se posteó que la insulina iba a ser gratis. La empresa tuvo que hacer un desmentido. Como consecuencia, otras doce empresas de este sector dejaron de comprar anuncios en la plataforma.
Además, otros siete anunciantes adicionales han bajado su publicidad casi a la nada, según el mismo informe. Estas compañías pagaron a la red social unos 255 millones de dólares.
Chevrolet, Chipotle Mexican Grill, Inc., Ford, Jeep, Kyndryl, Merck & Co. y Novartis AG anunciaron que se iban de Twitter. Otras empresas informaron que realizarían pausas en sus anuncios “después de la divulgación directa de polémicas, controversias y las advertencias de los gestores publicitarios”.
En el informe se afirmó que, pese al golpe financiero por la sustancial pérdida de ingresos por publicidad, Musk continúa con “su ola de acciones inseguras para la marca”.
El escritor Stephen King dijo: “muy pronto, el único anunciante que continuará en Twitter será My Pillow”, en alusión a Mike Lindell, fabricante de almohadas y uno de los principales propagadores de teorías conspirativas sobre el inexistente robo electoral al ex presidente de EE.UU, Donald Trump.
A todo esto, Musk señaló que el nuevo sistema de etiquetas de verificación contará con varios colores: las cuentas de las empresas dispondrán de una etiqueta do