Los 27 países integrantes de la Unión Europea acordaron fijar un techo de 60 dólares al precio del petróleo ruso traído en barco.
El límite de precio es el máximo legal que se podrá pagar en el caso de importar petróleo ruso. Además, se creó un mecanismo corrector para lograr que el tope se revise periódicamente y se sitúe al menos 5% por debajo del precio de mercado.
La negociación culminó a escasos tres días de que entre en vigencia el embargo a la compra del crudo procedente de Rusi, una medida aprobada en octubre pasado.
El precio tope lo impulsaron Hungría y otros socios europeos sin salida al mar que aducen su gran dependencia del petróleo ruso.
Polonia y los países bálticos reclamaban un tope más bajo, en torno a 30 dólares, y vinculaban esta medida a avanzar en la ronda de sanciones contra Rusia en represalia a su invasión a Ucrania.
Según datos de Bloomberg, Rusia tiene una producción diaria de crudo que oscila en 10 millones de barriles de petróleo diarios de los cuales exporta la mitad.
Las importaciones de crudo ruso con destino a Europa bajaron en octubre hasta los 1,4 millones de barriles de petróleo diarios mientras que India, China y Turquía elevaron sus compras de petróleo ruso por una cantidad equivalente a 1,2 millones de barriles al día este verano según la Agencia Internacional de Energía.
Ahora, Rusia deberá buscar a partir del 5 de diciembre comprador para, según Reuters, aproximadamente 1,1 millones de barriles de petróleo al día.