Más de mil vecinos residentes del pueblo de Aarwangen, en el centro de Suiza, decidirán si el dueño de unas 15 vacas que pastan con su tradicionales cencerros colgados del cuello deberá quitárselos o no. Los denunciantes no soportan «los ruidos molestos a toda hora».
Los solicitantes solo necesitaban el apoyo de 10% de las personas elegibles para votar en el pueblo, de 4.800 personas, es decir unas 380 firmas, para someter el tema a votación en el sistema suizo de democracia directa, publicó AP.
Sin embargo, 1.099 personas firmaron a favor de la «Iniciativa de la Campana», que busca preservar el derecho de usar cencerros a toda hora.
La iniciativa será presentada oficialmente a los votantes esta semana en una asamblea municipal, y, en principio, la votación se realizará en junio.
Antaño, los cencerros eran indispensables para seguir a los rebaños en los pastizales alpinos, pero su utilidad ha disminuido con el uso del GPS. Aún así, continúan siendo un símbolo de la vida rural suiza.
Además, hubo quejas porque, en algunas iglesias, las campanas redoblan cada 15 minutos, día y noche. La «Iniciativa de la Campana» también pretende proteger esto.