Según estudios recientes, los hongos poseen capacidades fundamentales para contrarrestar el cambio climático especialmente por su capacidad de almacenar y transformar las emisiones de dióxido de carbono que se emiten a la atmosfera principalmente por la quema de combustibles fósiles.
Un estudio publicado en junio en la revista científica Current Biology demostró la importancia que tienen los hongos micorrízicos: pueden almacenar anualmente bajo tierra 13.12 gigantoneladas de dióxido de carbono, es decir, 36% de las emisiones globales de combustibles fósiles.
«Es comprensible que se haya puesto mucho énfasis en proteger y restaurar los bosques como una forma natural de mitigar el cambio climático», explicó la lideresa del estudio, Heidi Hawkins, quien está a cargo de un numeroso grupo de científicos de la Universidad de Sheffield, en Inglaterra.
Destacó que los ecosistemas del suelo están siendo destruidos a un ritmo alarmante por la agricultura, el desarrollo y otras industrias pero los efectos más amplios de la alteración de las comunidades del suelo son poco conocidos», detalló la experta.
Según números aportados por la ONU, 90% de los suelos podrían estar degradados para el año 2050, con consecuencias cada vez más catastróficas en la subsistencia para la vida en nuestro planeta. Esto implica desde el aumento extremo de temperaturas y la proliferación de desastres naturales cada vez más frecuentes, hasta la imposibilidad de seguir produciendo plantas y cultivos en los distintos tipos de suelos.