Una mujer descubrió 40 años después que fuera inseminada por un especialista en fertilidad que el semen correspondía al mismo especialista y no al candidato que le habían referido.
La hija de la pareja, Carolyn, descubrió a través de un kit de ADN que el médico especialista en fertilidad era realmente su padre biológico.
La demanda presentada este miércoles en el Tribunal de Distrito de Massachusetts, alega que el Dr. Merle Berger utilizó en secreto su propio esperma para inseminar a la madre en 1980.
«Esta es una violación extrema. Todavía estoy luchando por procesarlo, confiaba plenamente en el Dr. Berger. Pensamos que actuaría de manera responsable y ética. Nunca me recuperaré completamente de su violación», dijo Sarah Depoian.
El Dr. Berger le había dicho a Depoin que el esperma utilizado en la inseminación sería de un médico residente «que se parecía a su marido» y que ella no conocía.
Pero el especialista presuntamente decidió contravenir la voluntad de la futura madre y usó su propio esperma para realizar la inseminación.
«El Dr. Berger insertó en secreto su propio esperma en su paciente, Sarah Depoian. Lo hizo sin su consentimiento y en contra de sus deseos”, dijo el abogado de Depoian, Adam Wolf.
Carolyn pudo comprobar el secreto del Dr. Berger cuando compró kits de ADN en año pasado en Ancestry.com y 23andMe, según detalla el documento judicial.
Los sorprendentes resultados arrojaron que ella estaba emparentada con la nieta de Berger y su prima segunda. Posteriormente lo reconstruyó todo después de hablar con uno de sus nuevos parientes.
«Parece como si la realidad hubiera cambiado. Solo quiero decir lo orgullosa que estoy de mi madre por hablar y es un honor para mí estar a su lado», dijo Carolyn.
Luego de conocerse la información, Depoin se contactó con Berger a través de sus abogados, que no negó que ella había dado su consentimiento a que el donante fuese una persona que no conociera y viceversa.
Por su parte, la defensa del especialista argumentó que «las acusaciones, que han cambiado repetidamente en los seis meses desde que el abogado del demandante contactó por primera vez al Dr. Berger, no tienen ningún fundamento legal o fáctico y serán refutadas en el tribunal».
«El Dr. Merle Berger fue un pionero en el campo de la fertilidad médica, y en 50 años de práctica «ayudó a miles de familias a cumplir sus sueños de tener un hijo» dijo el equipo legal de Berger.