Una perra Bull Terrier de dos años, llamada Belle, acompañó a su dueña Amee, de 33 años, a través de un tratamiento de fertilidad, así como a sus citas regulares con parteras durante todo su embarazo, por lo que el Hospital Universitario Milton Keynes, en el Reino Unido le concedió el acceso a la sala de partos.
Obvio, la canina pasó por un riguroso proceso de riesgos antes de que se le concediera acceso, explicó la nota de AFP. “Se cree que es uno de los primeros perros en el Reino Unido en ser permitido en una sala de parto de un hospital”, apuntó.
Según el relato, una partera del hospital sugirió que se le permitiera a Belle ingresar a la sala después de ver cuán beneficiosa fue la perra para su dueña durante su embarazo.
“Estuvo con la señora Tompkins en el viaje en ambulancia, durante los cuidados intensivos e incluso también en la sala de partos después de su cesárea”. La perra fue la primera en conocer a Olly, el niño recién nacido.
Desde que era una pequeña cachorro, Belle fue entrenada por Amee para ser un perro asistente, ayudándola a lidiar con su autismo, ansiedad y ataques de pánico.
Durante los últimos 18 meses, la perra acompañó a Amee a todos lados y cuando quedó embarazada de su hijo Olly, después de 12 años de tratamiento de fertilidad, nada cambió. Juntos asistieron a citas y escáner durante todo su embarazo – y dice que su partera estaba sorprendida por la naturaleza bellamente tranquila de Belle.
“Belle puede detectar síntomas de un ataque de pánico, y hace cosas como ayudarme a encontrar salidas en lugares abarrotados si siente que me siento ansiosa. Ella presiona botones en los ascensores e incluso sostiene mi tarjeta de débito contra la máquina para pagar por cosas cuando estamos comprando» dijo su dueña.
“Tan pronto como vio a Olly, lo olió suavemente y luego le dio una pequeña lamida a su cara para darle la bienvenida… Desde entonces ella nunca se ha alejado de su lado“ detalló.